𝐒𝐀𝐅𝐄 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄 ★ richie tozier

♡↬ 𝟎𝟎𝟗

Finalmente, nos encontrábamos frente Henry Bowers y sus "amigos", Victor Criss y Belch Huggins, noté que faltaba uno de ellos, Patrick Hockstetter, ignore ese dato, y noté que estaban discutiendo, hasta que Richie habló.

- ¡Guerra de rocas! - Gritó, antes de ser golpeado por una de ellas, habiéndole caer al suelo.

Le extendí una de mis manos, y se levantó, y seguimos peleando.

Eddie se emocionó tanto que se metió al río, para que sus golpes llegaran más fuertes, supongo.

Tras una guerra, Mike logró venir hacia nosotros, y Víctor y Belch se fueron, dejando tirado en el suelo a su supuesto amigo.

Los perdedores se habían marchado, menos Richie y yo.

- ¡Chúpasela a tu padre greñudo asqueroso! - Gritó Richie antes de sacarle el dedo de el medio, acción que imité.

- ¡Subnormal! - Le grité al que se encontraba tirado, aún sin asumir que le habían vencido.

Tomé la mano de Richie, y finalmente nos alejamos de allí.

- ¿Dónde estarán los demás? - Pregunté, pues tras atravesar las hierbas que había rodeándonos minutos antes, no veíamos a los demás por ningún lado.

- Ni idea. - Dijo subiendo ambos hombros.

Tras estar buscando un buen rato, los encontramos en la plaza, estaban hablando de eso.

- Vale, a ver si no he entendido, sale de donde sea para tragarse niños durante un año. ¿Luego qué, entra en Estado de hibernación? - Preguntó Eddie, sin saber realmente de lo que se trataba.

- A lo mejor es como las... ¿Cómo se llaman? - Dudó Stanley. - Cigarras. Esos bichos que salen cada 17 años.

- Mi abuelo dice que está ciudad está maldita. Dice que... Todas las cosas malas que pasan aquí es por una misma razón. Algo maligno que, se alimenta de los habitantes de Derry. - Explicó Mike.

- No puede ser una misma cosa, todos hemos visto algo diferente. - Contestó Stanley.

- Es posible. - Afirmó Mike. - O puede ser que nos enseñe aquello que sabe que nos da más miedo.

- Yo... Yo he visto un leproso. - Titubeo Eddie. - Era una infección ambulante.

- Pero no lo has visto, porque no es real, nada de esto es real. Ni el leproso de Eddie, ni que Bill haya visto a Georgie, ni la mujer que no dejó de ver. - Dijo Stanley con cierto temor.

- ¿Esta buena? - Bromeó Richie.

- ¡No Richie, no está buena! Su cara... Esta desfigurada. Nada de esto tiene ningún sentido. S-son pesadillas. - Volvió a contestar Stanley.

- Claro que no, se distinguir una pesadilla de la vida real. - Dijo Mike, yo realmente no sé si lo que vi era real.

- ¿Tu también has visto algo? - Le preguntó Eddie.

- Si, ¿conocéis esa casa que se incendió en la avenida Harns? Yo estaba dentro cuando ocurrió. Antes de que me rescataran, oía a mis padres atrapados en la habitación de al lado, empujando y ahorrando la puerta, intentando llegar a mí. Pero había mucho fuego. Los bomberos los encontraron, la piel de las manos se había fundido... Hasta llegar a los huesos. Todos tenemos miedo a algo. - Explicó Mike.

- Eso es verdad. - Afirmó Richie, mirando hacía detrás, donde se encontraban unos payasos.

- ¿Y tu Richie, a que le tienes miedo? - Preguntó Eddie.

- A los payasos. - Contestó volviendo a mirar hacia adelante, colocándose las gafas.

- ¿Tú, May? - Me preguntó ahora a mí.

- A... A las arañas. - Mentí, ni siquiera yo sabía a lo que realmente temía.

▭ 𝟏𝟒,𝟐𝟖 𝐩.𝐦.

Llegué a mi casa, después de pasar un buen tiempo con mis amigos, aún mis padres no habían llegado, que raro.

Fui a la cocina, para agarrar algo para comer, y vi una pequeña nota en la nevera, sujetada por un imán, para que no se cayera.

Vi que era de mis padres.

"Hola cielo, hemos tenido que salir, porque no encontramos a tu hermano, iremos a la policía, porque llevamos sin verle varias horas, y es todo muy raro, con todas estas desapariciones que hay en estos momentos.

Pero no te preocupes cariño, seguro que solo es un susto y esta con alguno de sus amigos.

Te queremos mucho, cuídate.

PD: tienes la comida en el microondas.

Con amor, tus padres ♡"

Mis ojos se comenzaron a cristalizar, no lo podía creer, mi hermano, mi hermano pequeño estaba desaparecido.

Corrí rápidamente a mi habitación, fallando en aguantar las lágrimas que salían por mis tristes ojos.

Me tumbe en mi cama, y rompí en llanto, agarré un cojín y lo abracé.

Lamentablemente, me quedé dormida.

▭ 𝟏𝟗,𝟎𝟗 𝐩.𝐦.

Desperté después de un largo tiempo, con lágrimas secas por mi cara.

Supuse que mis padres habían venido, ya que estaba cubierta por una manta.

Fui al baño y lavé mi cara. Y finalmente bajé, para encontrarme con mis padres.

- ¿L-le han encontrado? - Pregunte, con la voz entre cortada.

Mis padres se miraron entre ellos, y con una mirada triste, pronunciaron esta palabra.

- No.

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- editado el 31 de dic 2023