En el pequeño pueblo, desde el más joven hasta el más anciano, asistían infaltablemente a la misa de medianoche, fuese por tradición o por el temor de acontecimientos pasados registrados en la historia del lugar.
Quien no estuviese en la misa de la luna llena no viviría para contarlo. Nadie sabía si era algo verídico, pero temían algo malo y era mejor no arriesgarse.
Durante la misa, arrodillados, con las palmas de las manos hacía el cielo, rezarían en voz alta la misma oración una y otra vez, con la cabeza gacha pidiendo protección con humildad. La luna llena brillaba entre las nubes negras y su luz bendecía a los congregados. Si alguno faltaba, aparecería un repugnante ser alado con figura humana, con la capacidad de ubicar a los ausentes. Estos intentaban huir, pero no eran tan rápidos. Los atrapaba y los arrastraba hasta la torre de la iglesia, donde se los comía. Así había sido desde siglos atrás y así sería, cada luna llena.
Aconteció una vez, llegada fecha y hora, que el viejo sacerdote sufrió un infarto minutos antes de salir a oficiar la misa. El monstruo, sin esperar, salió en su búsqueda, pero no logró dar con él ya que no tenía acceso al templo. Todos se salvaron.
A partir de ahí, la maldición no fue más. El monstruo cambió su forma y pasó a ser un humano común... aquel que nunca llega a tiempo a la misa.
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Cuentos del Asylum
HorrorUna noche a la semana los internos del Dark Asylum se reúnen para contar historias y exorcizar sus miedos. El encargado de estas veladas es un antiguo psicópata y ex-asesino a quien apodan 'Dr. Tequila'.