Albedo
Mondstadt - Casa de Albedo
03:00 AM
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Tras charlar durante un buen rato con Kaeya de diversos temas, llegó el momento de dirigirle a mi laboratorio. Me siguió por el pasillo, hasta llegar a las escaleras que llevaban al sótano. Saqué la llave de esta de mi bolsillo y abrí la puerta.
- Albedo: "Perdón sí está todo patas arriba en alguna sección, no tuve mucho tiempo para recogerlo". Dije refiriéndome a la sección donde tenía diversas probetas y matraces con líquidos en su interior y la sección donde tenía libros, documentos y apuntes del "experimento".
- Kaeya: "No te preocupes, no es ningún inconveniente. Dime, ¿cómo vamos a empezar?". Dijo admirando el laboratorio.
Di unos golpes a una camilla que desplegué y puse una manta, indicando que se debía sentar allí mismo.
- Albedo: "Aquí mismo, ponte cómodo". Dije de manera seria mientras se acercaba a mí.
Debía de admitir que allí abajo hacía algo de frío, así que no dudé en ir hacienda la hoguera que había allí para encenderla para que no hiciera tanto frío.
Kaeya se sentó en aquella camilla y admiró el lugar mientras yo estaba ocupado con la hoguera.
Al terminar, fui a las estanterías y cajoneras cercanas a mi escritorio, y saqué diversos instrumentos que podría necesitar y los organicé rápidamente.
Ya sabía que Kaeya estaría nervioso por mi extraña aparición en aquella calle, y encima a estas altas horas de la noche. Ya sabía que nada más entrar en mi casa, comenzaría a inspeccionar todo, así que me encargué de recoger cualquier cosa que pudiera crear sospechas por las habitaciones antes de vigilar su quedada con Aether.
Me acerqué a él con un estetoscopio y le indiqué que debía mostrarme su pecho para poder escuchar con claridad. Él cedió y rápidamente se quitó la parte superior de su vestimenta. Me tomé mi tiempo y tras un pequeño rato, quité aquel instrumento de él.
Saqué mi cuaderno para apuntar resultados e hice varias pruebas psicológicas en él, para ver cómo reaccionaría, piensa y actúa en ciertas situaciones. No exceptuamos las pruebas físicas que le hice, tanto como aguante de peso, equilibrio, fuerza... y demás. Aproveché el momento en el que estaba haciendo pruebas físicas para sacar unos líquidos que no eran dañinos para ingerir en unos matraces, pero que tenían distintos sabores, unos más fuertes que otros.
- Albedo: "Vale, te explico rápidamente para que entiendas a qué vienen estos líquidos". Dije apoyando las manos en la mesa que dejé enfrente suya con todo para que lo pudiera observar.
- Albedo: "Vas a probar distintos líquidos de menor a mayor intensidad de sabor y mayor dificultad para beber para una persona común. No son dañinos, hice un seguimiento y resultó no tener un efecto así como piensas. Volviendo al tema, todos los matraces tienen la misma cantidad de líquido y son de distintos colores por sus componentes. No te fuerces a seguir cuando veas que no puedes aguantarlo, simplemente avísame cuando empieces a sentir que no puedes más y listo". Dije señalando los diez matraces y apuntando en mi libreta cada una de ellas con distintos números como nombre.
- Kaeya: "¿Es totalmente necesario hacerlo? Como te dije antes, no puedo ni una gota más de bebida, en serio". Dijo mirándome moviendo la cabeza de lado a lado negando la posibilidad de beber de ello.
- Albedo: "No es necesario que bebas una gran cantidad, bebe lo que quieras, pero que sea la misma cantidad que al inicio, si es posible. Puedes dar un pequeño sorbo también, no es necesario beber como si estuvieras bebiendo agua". Dije intentando convencerle para que cogiera por lo menos el primer matraz para beber ya y no tardar mucho.
- Kaeya: "Vale, vale, lo haré. Pero haré como dijiste tú, un sorbo para cada uno, no más". Dijo convencido de lo que decía.
Asentí con la cabeza y esperé a que comenzara. Miró el primer matraz, lo tomó y le dió un sorbo. Al ver que tenía razón, me miró y miró de nuevo a los matraces. Siguió bebiendo hasta llegar al octavo, donde ya se rindió y me avisó con un gesto que no podía seguir. Anoté el número del matraz y fui a por un vaso de agua para que pudiera beber algo más ligero que lo que acababa de beber.
Seguimos con una charla ligera de su experiencia con lo que ha hecho de momento y salió el tema de sus relaciones con otras personas. Después de unos minutos, llegó a lo que más quería oírle hablar, de Aether.
- Albedo: "Oh, ahora que mencionaste a Aether... Dime, ¿Qué relación tenéis entre vosotros?, se os ve muy cercanos". Dije con una mirada oculta de forma que esta mostraba un interés por sus relaciones y no justo de él. Quería saberlo todo para ver qué es lo que tramaba con la quedada de hace unas horas y lo que realmente sentía con Aether.
- Kaeya: "Ah, Aether... Sí, es un chico muy interesante y admirable, sobre todo por sus hazañas y su personalidad. Últimamente me he sentido de una manera única a su lado y quiero buscar alguna manera de decírselo". Dijo mientras miraba a sus ahora entrelazadas manos, como jugaba con sus dedos pulgares, dando vueltas como si se estuvieran persiguiendo. Mientras tanto, yo estaba preparando una jeringuilla con un líquido que me ayudará a terminar con mi "experimento" a espaldas de Kaeya.
- Albedo: "Mhm, cuéntame más, no seas vergonzoso, puedes confiar en mí". Dije, ya notando como mi cordura de nuevo disminuye con rapidez y esperaba respuestas rápidas de su parte.
Me acerqué a él con la jeringa en mano y observando cómo desviaba la mirada al otro lado. Quería una respuesta rápida, así que me acerqué a él lo antes posible para que viera que seguía interesado en ese tema de conversación. Chasqueé los dedos para que me mirara, y en cuando lo hizo, hice una seña para que extendiera el brazo para poder usar la jeringuilla.
- Albedo: "Sigue hablando, solo tengo que hacer esta última prueba, no altera tu voz". Dije al tomar su brazo y mirar a donde iba a pinchar.
- Kaeya: "Amo a Aether. No es algo que pueda negar, la verdad. De hecho, creo que se lo diré dentro de dos días. Llevo mucho tiempo negándolo, pero ahora veo que todo lo que sentía era verdad y quiero tener una relación con él." Dijo muy sinceramente. Escuchar aquellas sinceras palabras de amor salir de su boca y además que sean de la persona que yo amaba, me llevó a cometer de un impulso lo que iba a hacer poco a poco. Insertar aquel líquido mortal en él mezclado con un sedante para dormir a Kaeya y acabar con todo de una vez por todas.
- Albedo: "Entiendo, espero te vaya bien consiguiendolo y establecer una relación con Aether... En otra vida ". Dije abriendo los ojos más para observar su estado de pánico cuando se dió cuenta.
Kaeya intentó forcejear para que no llegue su destino, pero ya era muy tarde... Pronto cayó inconsciente hacia detrás por no conseguir mantener su fuerza y ya ver cómo llegaba su inevitable muerte. De un abrir y cerrar de ojos, ya había dejado de moverse y en pocos segundos después, dejó de respirar.
No podía creer lo que había hecho, había cometido un crimen de asesinato y no había marcha atrás. Ahora lo único que me quedaba es intentar que no haya nada de testigos al buscar alguna manera de ocultar aquello, y seguir con todo como si no hubiera pasado nada.
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"Solo estás destinado a ser mío" - Albether (Genshin Impact)
FanfictionEl amor es un sentimiento muy importante cuando conoces a la persona adecuada para uno mismo, pero también hay un momento que llega a sus límites y llega a ser algo inigualable y que pone los pelos de punta, este conviertiéndose en la obsesión... De...