Tres

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ねこ 株式会社

Cómo había terminado así? Bueno, si este chico normal llamado Choi Soobin, se dedicaba a recapitular cada momento de su vida desde la llegada del pequeño minino, todo había sido muy fácil de explicar, claro, si estás metido en una película de ciencia ficción en donde es posible que los cerdos vuelen y que las jirafas conduzcan autos.

Realmente le parecía muy fascinante como ahora podía decir que sentía una especie de adoración por aquel gato, sí, porque le era imposible tomar a Yeonjun como una persona normal, cuando en ese preciso instante lo tenía durmiendo sobre él, hecho un ovillo, con su larga y peluda cola enredada en la parte superior de la pierna de Choi. El minino respiraba
pacíficamente, calmado, clara señal de la gran confianza depositada en Soobin, a pesar de haber estado ahí menos de dos días.

¿No se supone que los perros eran los fieles? ¿Por qué Yeonjun no se iba
después de haber arrasado casi con toda la leche de la casa de Soobin?

El mayor había intentado hacer dormir al pequeño gatito en su cama, mientras él dormía en el sofá esa primera noche juntos, pero después de menos de media hora, sintió a Yeonjun venir caminando a paso suave, acercarse para asegurarse de que Soobin estuviera "dormido" y acostarse en su pecho como ahora lo hacía.

El castaño tuvo que levantarse y decirte "Ven, vamos a la cama" porque era ilógico el terminar durmiendo ambos en ese estrecho sofá.
Y fue así como Choi Soobin este don nadie que estaba sintiendo cosas
raras por el gatito Yeonjun, pasó su primera noche.

A la mañana siguiente, la situación mejoró un poco, se había quedado dormido más que nada por el cansancio que por otra cosa, y su temor de que la frase conocida en donde hablan de que los gatos solo nos usan y luego se van, se pusiera en práctica...

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A la mañana siguiente, la situación mejoró un poco, se había quedado
dormido más que nada por el cansancio que por otra cosa, y su temor de que la frase conocida en donde hablan de que los gatos solo nos usan y luego se van, se pusiera en práctica con Yeonjun, pero no, el niño rizado aún dormía sobre su cuerpo al despertar.

Una sonrisa llena de calidez se hizo notar y dejó que su brazo se posara sobre el esponjoso cabello del más pequeño, empezando a acariciarlo, admirando lo bien que se veía desde ese ángulo. Yeonjun al instante comenzó a ronronear, clara señal de que estaba despertando.

Abrió sus hermosos ojos y subió la vista, encontrándose con esos mares perfectos, los ojos de la persona que más quería, de su salvador, de aquel por quién su corazón latía con tanta felicidad.

-Bin. - Saludó el pequeño híbrido, desperezando sus orejas también, las sacudió un poco. Actos como este, hacían sorprender Choi por su
gran capacidad de no lanzarlo contra la cama y comérselo a besos,
literalmente.

-Buenos días, pequeño. - Soobin continuó acariciando sus cabellos un poco más, mientras Yeonjun estiraba su cabeza para hundir más la suave y pequeña mano de su salvador entre su gran cantidad de cabello.

Luego de eso, no pasó gran cosa que no haya ocurrido ya la noche anterior, Yeonjun acercó más su rostro y ¿A quién mierda le importa el aliento mañanero? Fundió sus labios con los del mayor, siendo correspondido al instante.

neko corporation ⌗ soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora