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21 de febrero, Iván tenía que dar su respuesta (aunque desde el día de la pregunta la tuvo). No sabía cómo decir que sí. ¿Tenía que decirlo directamente? ¿Con una carta? ¿Con un regalo? ¿Mandar a alguien más como si estuvieran en primaria?
Lo mejor era que se lo dijera estando solos, no quería burlas de sus demás amigos o rumores sobre ellos como el que fueran pareja. Si Rodrigo lo negaba frente a todos le iba a doler horrible.
Jaló a Rodrigo a un salón vacío y en un lugar poco transcurrido. "Sí quiero ir contigo" su voz apenas se escuchó y Rodrigo se acercó más a él pidiendo que lo dijera de nuevo "Sí, si quiero ir".
Esos 20 decibeles de voz lo hicieron demasiado feliz. Se aseguraría de que esa noche fuera muy especial para ambos.
Ambos sabían por el brillo en sus ojos que ahora tenían un secreto demasiado público. Cualquiera que los viera pensaría que son una pareja de varios años
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