❝Pequeñas cosas perdidas❞ (Newt Scamander X Lectora)

❝ ( 6 ) ❞

Original:

https://archiveofourown.org/works/38896965

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Es raro que me acuerdo de mis sueños. Cuando lo hago, veo destellos de lugares y personas que no reconozco. Tal vez eran recuerdos. Talvez no. Esta noche soñé con una mujer de mediana edad, morena y sonriente. Me llevó a una colina cubierta por Poppy y me dejó allí, el cielo azul de dibujos animados brillando con la luz del sol brumosa quemándose en mi memoria. De esa forma de ensueño, no me preocupé cuando ella desapareció y fue reemplazada por un maletín abierto. Tampoco me asusté cuando una serpiente gigante de tres cabezas salió y comenzó a moverse hacia mí de esa manera borrosa que a menudo se desarrolla en los sueños. Estaba triste cuando desperté, luego más triste aún.

Newt ya no me envuelve. Este hecho me golpea con dolor, y me siento derecha, lista para agarrar a Sabrina, la gata. Luego veo que está sentado en la esquina de la habitación en una silla que no estaba allí antes, encorvado sobre un escritorio que tampoco estaba allí antes. La habitación está en silencio, excepto por el rasguño de su pluma contra el pergamino.

—"Newt?"—.

Se vuelve y me mira con una sonrisa, sin sorprenderse por mi repentino movimiento.

—"Buenos días, Amara"—.

—"...¿Qué t-tú...?"—.

—"Me pediste que no te dejara sola. Entonces, pensé en mover mi escritorio aquí"—. Hay una breve pausa, mientras parece estar considerando algo. —"Y, bueno, por supuesto que no puedo quedarme dentro de mi maletín todo el tiempo. Entonces, tendré que pensar en algo mientras no esté, pero esto es una mejora mientras tanto, ¿no crees?"—.

—"¿No puedo simplemente salir de la maleta contigo?"—.

—"Tal vez cuando te sientas un poco mejor. Hablando de eso, déjame mirar esa pierna"—. Se acerca y me quita el edredón, sus manos recorren mi pierna desnuda, siendo especialmente suave con los vendajes. —"¿Duele?"—.

Arrugo la frente.

—"No"—. Extrañamente, no había dolido nada desde el incidente. Sospecho que los sospechosos viales de líquido que me había hecho beber eran los responsables, aunque solo recuerdo que me entregaron uno. ¿Lo había estado mezclando en mi té?

—"Bien, toma, bebe esto"—. Me entrega otro vial de líquido rojo sangre. Nuevamente, no lo cuestiono sobre el asunto y hago lo que me dice. Mis ojos vagan perezosamente por la habitación.

—"¿Se ha hecho más grande la habitación?"—

—"Pensé que te estarías cansando de estar en el mismo ambiente. Sé que los muggles necesitan variedad, así que también les compré algunas cosas. ¿Recuerdas que hablamos de conseguirte algunos libros?"—. Saca su varita, la vista de la cual siempre envía un inexplicable temblor de ansiedad por mi espalda. Con un simple movimiento rápido, una pila de libros que estaba en el escritorio de Newt vuela hacia mí. Me estremezco, levanto las manos en un movimiento defensivo para protegerme la cara, sin embargo, los libros aterrizan suavemente en mi regazo para que los vea. Tentativamente, me quito las manos de la cara y miro entre Newt y los libros. Él sonríe alentador, y con cautela recojo el primer libro. Es sencillo y encuadernado en cuero, y al abrirlo, descubro que está salpicado de bocetos. Bocetos de setas, rostros, algún que otro animal. La mayoría de las páginas quedan vacías.

—"Era tuyo. A-antes. Pensé que deberías recuperarlo"—.

Mis ojos saltan a los suyos y me doy cuenta de que debo parecerme a un pez fuera del agua.

—"A mí... ¿me gustaba dibujar?"—.

—"Tal vez todavía lo hagas"—.

—"Gracias"—. Cojo el segundo libro. Es una novela; Frankenstein, con un marcapáginas a un tercio de la distancia entre las páginas. Me sobresalto, repentinamente bombardeado con la imagen del mismo libro, excepto que ya no estoy en la cama. Estoy sentado debajo de un árbol en una colina cubierta de hierba. Miro a un lado y allí está Newt, sentado a mi lado, escribiendo en su cuaderno mientras un cómodo silencio nos envuelve.

—"¿Amara?"—.

Me devuelven a la realidad. Newt me mira fijamente.

—"¿Preferirías algo diferente?"—.

—"¡N-no! Me gusta, creo que puede que haya... leído esto antes"—.

Él sonríe distante.

—"Te acuerdas.... Bien. Eso está muy bien"—. Pensé que tal vez él podría haber estado más emocionado por mí por recuperar algo parecido a un recuerdo, aunque no me detengo en el asunto mientras sus manos se deslizan sobre las mías, dejando la novela a un lado. El tercer y último libro no contenía marcador y estaba titulado; Los cuentos de Beedle el Bardo. Siento que el colchón se hunde cuando Newt se sienta a mi lado. —"Este era mío cuando era niño. Es lo que leen los niños del mundo mágico, y ahora que somos amigos, pensé que tal vez querrías leerlo también"—.

No estoy seguro de por qué mi estómago de repente se siente pesado cuando me encuentro lentamente con su mirada.

—"¿Somos amigos?"—.

Se acerca para acariciar mi mejilla.

—"Claro que lo somos. Nos vemos todos los días y nos gusta la compañía del otro. Entonces, somos amigos"—. Se pone de pie para aventurarse a regresar a su escritorio, aunque todavía puedo sentir su cálido toque en mi piel.

Rápidamente regresa a mi lado, entregándome una lata que contiene algunos lápices.

—"¿Por qué no haces unos dibujos? Podemos ponerlos en las paredes, si quieres"—. Luego se sienta en su escritorio y sigue escribiendo en silencio.

Quizás por falta de imaginación, decidí dibujar la serpiente de tres cabezas que me atacó. No era tan bueno como los otros dibujos del libro, aunque quizás con la práctica logre volver a ser bueno. Newt se va brevemente para traerme comida, y cuando regresa, también ha traído algo más. Es un animal, sentado bastante contento en el hueco de su brazo. Es una extraña criatura parecida a un topo con pelaje negro azabache y una nariz nerviosa. Newt deja la comida a un lado y deja caer al animal sobre la cama. Inmediatamente, la criatura avanza pesadamente hacia mí, arrastrándose sobre mis piernas, subiendo por mi torso y sentándose en mi pecho, olfateando mi cara.

—"¿Qué- quiero decir, quién, es este?"—. —pregunto, olvidando mi hambre y estiro la mano, tentativamente, permitiendo que la criatura huela mi mano, antes de acariciar su cabeza.

Newt vuelve a sonreír con esa leve sonrisa mientras observa mi interacción con la criatura.

—"Su nombre es Teddy. Es un escarbato – pensé que podría hacerte compañía mientras no estoy"—.

Observo a la criatura y él me devuelve la mirada con curiosidad. Inclino la cabeza hacia un lado y Teddy imita mi postura.

—"Teddy..."—.

El nombre me resultaba familiar, aunque no podía entender por qué. Vuelvo a mirar a Newt. Parece tan amable. Confiable. No puedo negar la extraña codependencia que he desarrollado para él. Pero, ¿por qué cuanto más recuerdo -lo poco que hago-, más incómodo me siento en su presencia? ¿Por qué parece que necesita que yo lo necesite?

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❥𝐒𝒐𝒇𝒕 — 𝑵𝑥. 𝒃𝒆𝒓𝒓𝒚