Hasta el último partido.

Capítulo 11.

Era la mañana siguiente y yo seguía algo confundida y triste.

Baje a desayunar y me prepararme para lo que venía.

Llegue a la cocina y en ella ya estaban todos mis hermanos y mi papá.

— Que bueno que bajas. —dijo papá con voz demasiado sería.

Era mi perdición.

— Que pasó? —dije sentándome.

— Daiana sabes que nosotros jamas te juzgariamos o haríamos algo que te lastime, pero queremos saber que pasó anoche. —dijo Diego.

— No paso nada..

— Daiana deja de proteger al responsable. —dijo Donovan.

Tenían razón, estaba protegiendo a Javier.

— Qué paso anoche? —dijo papá.

— Me bese con Izac y Javier lo empujo para después pelearse ambos. —dije ya sin más.

— Y lo de tu brazo quien fue? —dijo papá

— Fue Javier papá, pero fue un accidente, el empujo a Izac y choco conmigo.

— Es hombre muerto Javier. —dijo Dylan parándose.

— Siéntate ridículo. —dijo Donovan sentadolo.

Me estaba conteniendo mi carcajada porque esto era serio.

— Okey esta bien, solo queríamos saber eso. —dijo Dian.

Que fue eso?

— Es todo?.. no lo van a ir a golpear ni nada de eso? —dije obvia.

— No te preocupes Dai, no te preocupes. —dijo Donovan

— No le hagan nada por favor, se los pido de corazón.

— Sí esta bien. —dijo Diego.

Estos se traían algo, ellos no actuaban tan paz y amor para todos. Era lo contrario paz para ellos amor para mí y odio por los demás.

— Ya solo desayuna. —dijo papá.

Papá no había dicho mucho y eso me preocupaba.

Pero por lo mientras el desayuno transcurrió muy bien y sin volver a sacar el tema.

Todo el finde semana no tuve ganas de salir así que me quede en casa.

Lo que fue sábado y domingo Izac y Javier me mandaban mensajes pidiendo perdón, pero solo borraba su notificación.

Claro que los perdonaría pero antes tenían que arreglar sus problemas entre ellos.

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Ya era lunes y era momento de ir a la escuela. No estaba lista para verle la cara a esos dos pero tenía que.