Tras la muerte de su madre, Daiana junto a su padre y hermanos deciden dejar su vida en México para poder empezar una nueva en Canadá.
Al mudarse ella le promete a su abuela volver a enamorarse, pero otra parte de ella jura que no se enamoraría de...
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Era momento de regresar a Canadá, después de esta semana las ganas de irme no estaban, amaba tanto a Mazatlán que ya no quería irme y sobre mi abuelita quería estar todo el tiempo posible con ella.
Pero sin embargo también sabía que ya tenía una vida en Canadá y no podía simplemente dejar esa vida, no ahora.
Toda la semana que estuvimos aquí comimos, hablamos y visitamos muchos lugares para que mi novio y cuñados conocieran una parte de donde soy. Les encantó todo.
En especial a James mi prima Laura.
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Era momento de ya irnos, las maletas y recuerdos estaban ya listos en el recibidor. Solo faltaba despedirnos de todos.
— Nos vemos nana, espero volver muy pronto —le di un abrazo a mi abuelita y después continúe despidiéndome de tíos, primos y algunos amigos. Raúl una vez más se encontraba de viaje, esta vez en Asía.
— Ya te vi que andas de ojo alegre con mi cuñado —le dije en el odio a Lau a lo cual solo se río —esta bien, te confieso desde que lo vi supe que era pata ti.
— Ay nani que dices, apenas termine con Gael, aunque James dijo que eso no era problema. —ahora la que se río fui yo.
Nos habíamos ya despedido de todos, fue algo duro irnos pero también necesario. Una vez mas dejaba a mi familia.
El vuelo fue algo silencioso ya que todos veníamos muy cansados, solo nos dedicamos a dormir. Nos esperaba un largo viaje.
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