Dio En League Of Legends

6: Noxus

Narrador

Mientras Dio estaba sorprendido de la forma en como las cosas resultaron, más porque Darius parecía conocerlo, no a su persona, sino, sobre su habilidad y la forma en como lo llamo "Aquel que puede detener el tiempo" algo que jamás espero.

Dio: Interesante, jamás alguien me había llamado "Aquel que puede detener el tiempo" pero tú sabes más de lo que pensé, entonces. - Ya no tenía intenciones de matarlo... Por ahora. Primero necesitaba respuestas pero eso esperaría un poco. - ¿Mmm?

Darius: Divinidad ¿Ocurre algo?

Dio: ¿Escuchas eso? - Darius se levantó y presto atención a todo su alrededor.

Darius; Nada, todo está en silenció.

Dio: Exacto, no hay ruido. - Miraba hacia la cueva y se paró enfrente de ella, como esperando que algo pasara.

Darius: ¿Quién está ahí? - Preguntaba de forma sería pero sin bajar la guardia.

Dio: Mi aprendiz. - De repente se escuchó unos pasos en caminó a la entrada, Darius alzo su hacha y se preparó para lo que fuera, mientras Dio sonreía al ver que lo logró que ella, lo logró. - Bienvenida Crystal, la nueva tú, ha despertado. - Su estado no se veía nada bien y solo pudo caminar un poco más, hasta que se desplomó y su maestro la tomó en sus brazos. - Descansa niña, te lo has ganado.

En unas horas volvió anochecer, solo que está vez, no se quedaron acampar, cabalgaron en los corceles que aún estaban intactos, Darius en el suyo y Dio con su aprendiz en su espalda, seguía dormida pero sus heridas comenzaron a sanar.

Darius: Entonces... ¿Ella es su protegida?

Dio: Así es, jamás pensé que llegaría el día en que tuviera una, me gusta más decirle Aprendiz o niña, más ahora que pronto comenzaremos sus verdaderas clases.

Darius: Ya veo, no quiero meterme mucho en sus asuntos divinidad, así que solo diré que llegaremos a Noxus al amanecer.

Dio: Está bien, una vez que lleguemos ahí, quiero que me lleves a ese templo.

Darius; Eso será un problema.

Dio: ¿Por qué?

Darius: Ese templo del que le hable, está justo en las entrañas del palacio central del gobernaré Swain, no cualquiera puede entrar y si alguien lo hace y lo descubren, el destino será peor que la muerte.

Dio: Que dramático, no es la primera vez que escuchó algo así, para mí sería muy fácil entrar a este lugar.

Darius: Se que así es pero confía en mí Divinidad, llegando a Noxus, todo irá bien, solo hay que ser pacientes.

Dio: ¿Paciencia? Je, no me gusta mucho ser paciente, aunque... Noxus, ese lugar suena interesante, tengo muchas ganas de explorar todo ese lugar, saber el nivel que existe ahí, la magia y la muerte andante, suena divertido.

Darius: Haga lo que guste divinidad, solo no llame la atención, si lo hace, llegaré a los oídos de Swain, ahora que Leblanck ya no está y su organización cayó, era una bruja muy inteligente, pero murió como vivió.

Dio: ¿Quemada como una bruja?

Darius: ¡Ja,ja! Hubiera Sido irónico pero no.

Dio: Entonces ¿Cómo murió?

Darius: Pues, su mejor creación se volvió en su contra, la chica que controla el metal ¿Cuál era su nombre? Res, rely, mmm...

Crystal: Rell... - Al escuchar eso, le dió risa al ver que su aprendiz estaba interesada en esa tal Rell.

Darius: Así se llama, Rell, ella fue la responsable de que cayera Leblanck, aunque su odio a la rosa negra sigue ahí, aunque la destruyó, los traumas siguen ahí.

Dio: Claro que si, los traumas del pasado nos forjan, pero nosotros decidimos si nos destruyen o los usamos a nuestro favor. - En un momento se detuvieron y vieron la entrada a la nación más peligrosa y violenta de todo Runaterra...

Darius: Noxus, al fin llegamos, hogar dulce hogar.

Dio: Entonces aquí empieza mi viaje.

Darius: ¿Su viaje Divinidad?

Dio: Así es, una vez que vaya al templo dentro de la fortaleza impenetrable, se que muchas preguntas serán respondidas y cuando llegue el momento. - Alzo su mano derecha como si tuviera a Noxus en sus manos y después la apretó. - Tomaré el control de esta nación y seré su nuevo gobernante, mi reinado será sin igual y por fin, por fin, mi destinó se habrá completado.

Darius: ¿Esa sería es la meta final?

Dio: La verdad... No estoy seguro pero primero lo primero... Entremos a la fortaleza de hierro.

En el palacio de Noxus

Swain estaba en su trono, escuchando lo que sus leales soldados le contaban, Katarina, Talón, Draven y Samira reportaban todo lo que hicieron pero a Swain esto no le importaba.

Swain: ¿Eso es todo? - Diciendolo de forma apática.

Katarina: Así es señor, es el reporte del día de ayer.

Draven: Aaaauuuhhh, La verdad  venir tan temprano, da hueva.

Samira: Silenció imbécil.

Talón: Déjalo Sami, así Swain lo mata y nos quitamos un peso de encima.

Draven: Ja, je, ji, parece que hoy comiste payaso.

Katarina: Guarden Silenció. - Todos se quedaron quiero cuando vieron a Swain levantarse de su trono, irradiando un aura de completa oscuridad.

Draven: Uy, creo que ya nos llevó la pelona.

Katarina: ¿Te quieres callar? - Sawin no estaba de humor y solo paso a lado de ellos sin decir ni una palabra, aunque su aura seguía imponiendo presión, hasta salir del lugar.

Talon: Sigue con su duelo interior, eso cansa a veces.

Samira: No es para menos, imagínate que la persona en quien tanto confiabas y amabas te traicionó, solo te utilizo.

Talon: Si Swain te escucha, hará que desees la muerte.

Samira: No lo creo, actualmente no está en su mejor momento, me atrevo a decir... Que como líder está nación ha fracasado. - Nadie dijo ni una sola palabra después de lo dicho por la mercenaria.

Swain estaba en un jardín Pequeño, en el fondo del palacio, dónde recordaba aquella vez que vio a Leblanck por primera vez y como esa historia que pensó sería como los cuentos de hadas, a su estilo, termino por romperle el corazón y ahora, no podía encontrar su rumbo, agarrando una rosa negra en sus manos, llena de espinas, clavándoselas en sus manos, sangrando en el procesó, recordándoles a ella.

Swain: Leblanck... En su soledad, alguien más lo observaba en las sombras, solo observando y esperando el momento adecuado para atacar.

Continuará...