Narra Dio
Yo la verdad me esperaba algo más de resistencia o por lo menos que fuera entretenido pero terminó siendo tan aburrido, que tuve que utilizar mi habilidad especial para que los demás guardias no nos vieran, no porque tuviera miedo, sino para evitar que mataran mi aprendiz como a este Darius; no voy a negar que si dejé unos cuantos cadáveres en el camino. Aunque ya no sea un vampiro, la sangre me sigue llamando.
Darius: Bien, jamás imaginé que pasara todo esto.
Dio: Hey, al menos hubieras dejado que fuera un poco más interesante, tuvimos que irnos antes de que la cosa se pusiera buena.
Darius; No importa, por el momento van a vivir en este lugar les prometo y más a usted divinidad, que pronto irá al templo del palacio.
Dio: Como sea, solo espero que sea muy pronto.
Darius: Así será. - Después de una reverencia se fue de lugar y tengo que admitir que este pequeño cuchitril es algo cómodo, no está lleno de lujos pero es cómodo.
Crystal: Hmm...
Dio: Buenos días ¿Dormiste bien? - Mi aprendiz aún seguía sintiendo los estragos de la fusión de mi poder con su cuerpo pero se nota que ha cambiado. - Entones dime... ¿Cómo se siente? - Ella se levantó y su mirada era diferente, sus ojos ahora eran de un azul celeste y su actitud también cambió.
Crystal: Mejor de lo que pensé, ahora maestro... ¿Cuándo Comenzamos con el entrenamiento? - Esa respuesta me hizo sonreír, sabía que no me equivoqué al escogerla a ella.
Dio: Por ahora, sigue recuperando tus fuerzas, hoy en la noche iremos al templo del palacio, ya no voy a esperar más de lo que quiero.
Crystal: De acuerdo maestro. - Miraba por la ventana y sabia que las cosas serían muy interesantes en este lugar.
Dio: He, al anochecer empezará la diversión.
En la noche
Después de unas horas esperando a que el sol se ocultara, mi aprendiz y yo salimos en las sombras rumbo al palacio, pasamos por guardias sin ser vistos, aún no quería llamar la atención de nadie, aunque mis ganas de matar eran cada vez más. Seguimos y seguimos, hasta llegar al último edificio frente al palacio.
Crystal: ¿Ahora que hacemos maestro?
Dio: Existen dos formas de entrar... La primera es matando a todo aquel que se cruce en nuestro camino.
Crystal: por favor, diga que es una broma.
Dio: Aunque a mi me gusta más esta opción, no quiero llamar la atención... Aún.
Crystal: ¿Y la segunda?
Dio: La segunda opción tiene que ver con mi poder. - La volteo a ver y ella está confundida con eso.
Crystal: ¿Por qué me ve a mi maestro?
Dio: Es hora de que te muestre el poder de Za wuardo o como lo decía en la carta del tarot "The World"
Crystal: El poder que está corriendo por mi sangre ¿Se llama The World?
Dio: Tu puedes llamarle como quieras, solo pon atención a lo que te diré. - Ella asiente y comienza la Pequeña plática con prueba de campo.
En la entrada de cargamento del palacio
Narrador
Guardia: ¡Alto ahí! Identifíquese. - En una carreta que traía comida de todo tipo para preparar, un anciano que siempre hacia estás enteras muestra su pase especial para entrar. - El carretero, bien puede entrar, ya sabe el caminó.
Anciano: Gracias joven, no tardaré mucho. - Le regala un pan de dulce y el guardia lo recibe pero lo esconde rápido para que nadie más lo vea. - Jeje. - Una vez que se a abrieron las puertas, el poder de Dio se activo y en un abrir y cerrar de ojos cambio lugar con el anciano, a quien mató sin dudar, poniéndose su capa y así entraron al palacio.
Dio: Demasiado fácil, ya puedes salir Niña. - Crystal estaba debajo de la carreta agarrada de dónde podía, mientras el cada del pobre anciano lo dejaron en un lugar estratégico dónde nadie lo vería hasta que fuera tarde.
Crystal: Pensé que me iba a caer en cualquier momento. - Se tocaba su cuerpo pues recuerden que aún no estaba completamente curada.
Dio: Pero no paso ¿O si? Ahora sigamos, antes de que se den cuenta del anciano.
Crystal: Pero ¿Cómo pasaremos a todos los guardias?
Dio: Eso es fácil, entramos por la parte de atrás, eso significa que no estamos muy lejos del templo.
Crystal: Eso no respondió mi pregunta maestro. - Dio solo siguió caminando, vio a dos guardias a punto de pasar a los pasillos y uso Za wuardooooo para detener el tiempo y matarlos, sin manchar las armaduras.
Dio: Tal y como pensé, es de mi talla, hey niña, esa es una mujer, no se si es de tu talla pero yo digo que es más o menos igual. - Crystal reviso la armadura y al final estaba más ajustada a su cuerpo, incomodándola para caminar pero no había de otra.
Crystal: Maestro para la otra me deja matar a mí.
Dio: Como quieras, ahora solo sigamos y no digas nada, el lugar es grande pero nuestro destino es las claro.
Caminaron durante uno rato, vieron otros guardias pero al pasar con sus armaduras, no paso nada, ya estaban cerca del lugar, todo estaba saliendo muy bien, demasiado bien diría yo.
Crystal: Entonces este es el templo.
Dio: Así es.
Crystal: No es tan grande como pensé. - El lugar solo era una casa individual, alejado de los demás y sin más Dio entro, ya no quería más misterios. - Espere maestro.
Dio: Quédate aquí y vigila, si algo sale mal, ya sabes que hacer. - Crystal no quería pero eran órdenes de su maestro.
Una vez dentro del templo, no había muchas cosas que resaltar, había cruces y cosas religiosas, lo común y en el centro un altar, con un dibujo alado de una estrella, se acercó más para ver y entonces sintió que alguien lo amenazaba desde atrás con un cuchillo.
?: Se puede saber ¿Por qué estás aquí sin mi permiso? El Gran emperador Swain dijo estrictamente que nadie puede entrar sin su presencia o autorización directa.
Dio: Oh, entonces tampoco un viejo amigo puede venir a verte.
?: Espera un segundo, esa voz, acaso tú eres... - Se dió la vuelta para estar frente a él y se quitó el casco, al ver su rostro tiro el cuchillo porque no podía creerlo. - ¿D-dio?
Dio: Ha pasado tiempo, me da gusto volver a verte, Pucci.
Continuará...
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Dio En League Of Legends
FanfictionSinópsis Después de despertar en un lugar extraño, Dio Brando solo observaba a su alrededor confundido por lo sucedido, recordó su pasado de cuando Jotaro lo derrotó pero ahora en este nuevo mundo, buscará cambiar su objetivo a otro, el cual lo llev...