El conocimiento es la materia prima del ejemplo, el producto principal de la formula de la duda y la razón existencial del laberinto de verdades, el conocimiento está presente y es un factor importantísimo en todas estas acciones de la razón y también para el ser humano en sí.
El conocimiento es otra ficha del rompecabezas que llamamos realidad, junto al lado de la verdad. El conocimiento, es el dedo que nos señala la ruta, es un indicador compartido por la comunidad humana, y es guía principal en la vida que comprende un ser humano. Una de sus herramientas favoritas es la experiencia, el conocimiento es juguetón, no se decide que es lo que concretamente quiere mostrarte, te lleva en un juego de persecución hasta la tortura espiritual o mental, o si no a la satisfacción de la hipocresía e ignorancia y te amarra a un eje de mentiras por el cual, cuando quieras escapar empiezas a correr en círculos sin ninguna escapatoria, nuestro conocimiento, o más bien el conocimiento en general, también es nuestra llave, de hecho una doble llave, una te abre la caja de pandora(uso este ejemplo para representar la maldad) y esto te lleva a un estado enfermizo y contagioso, y la otra es la que abre la puerta de lo que el ejemplo se ha encargado de llamar virtudes o éxito, el conocimiento usado como arma persuasiva, con cualquiera de las dos llaves o caminos que elijas, te llevaran a ser un líder dentro de tu decisión aunque esto no quitara la esencia del conocimiento en tal, que según cada laberinto de verdad y realidad, es totalmente diferente.
Siendo prácticos y generales, el conocimiento es todo lo que el ser humano comprende y tiene entendido de aquello que lo conforma, sin conocimientos, no existe duda, sin duda no existe cuestionamiento, sin cuestionamiento no existe la comprensión, sin comprensión no existe el deseo de cambiar, moldear o aniquilar algo que está en el ambiente que nos rodea, sin conocimiento no hay razón, sin razón no existe el ser humano.
Si vemos a la razón como el Abel de nuestra esencia de ser humanos, el conocimiento vendría siendo nuestro Adán y la verdad nuestra Eva, que después de despojarnos de ese planteamiento y siguiendo el ejemplo, la formula de la duda y estando dentro de nuestros laberintos de verdades, vemos que nuestra razón da lugar a nuestra verdad y almacena el conocimiento, básicamente intercambian papeles, volviéndose esta razón nuestro Jehová y el conocimiento y realidad mantienen sus papeles iníciales.
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pensar...
Acaksolo después del pensar vinieron a mi estas conclusiones, solo quiero compartirlas un poco y poder llegar a darte una buena inquietud