❝¡LYANNA SE VA A MORIR!❞
Se levantó al sentir un delicioso aroma que venía de afuera de la habitación. Miró la cama aún lado suyo, notando de inmediato que ella no estaba allí.
Últimamente se andaba levantándo mucho más temprano de lo normal.Salio de la habitación siguiendo el rico aroma que lo llevo hasta la cocina. Lyanna estaba ahí, como todas las mañanas.
Estaba de espaldas preparando lo que sería el desayuno para ambos.Tomo asiento en una se las sillas de madera y observó a la peliblanca, atento a los movimientos que ella hacia. Parecía estar muy concentrada en lo que estaba haciendo, porque ni siquiera había notado su presencia.
—Buenos Días Lyanna—saludo como todas las mañanas.
Ella se volteo a mirarlo, y una gran sonrisa se instalo en su rostro.
—Buenos Días Roan.
Se había vuelto rutina oír los "Buenos Días" al despertar, era algo esencial en sus mañanas. Ahora, porque antes no le parecía tan importantes esas palabras.
Pero ahora, parecía que no podía tener un buen día sin oírlas.—Aquí tienes—dejo un plato de enfrente suyo, sonrió al ver que era huevo y tostadas.
—Gracias.
Ambos comenzaron a desayunar entre charlas y sin olvidar los comentarios chistosos e irónicos por parte de Roan.
Todo iba bien, hasta que el sonido de alguien golpeando la puerta los asustó.—¿Quien..
—¡Oí, Roan abre la puerta, quiero ver a Lya!
—No puede ser—murmuró el moreno.
—Voy abrirle—la ojiazul se levantó para abrir la puerta, pero fue detenida por Roan.
—No traes tu peluca—le recordó.
—¡Cierto!
—¡Roan, abre la puerta!—se podía escuchar los fuertes golpes a la puerta.
—¡Ya, ya voy, deja de golpear, bastardo!—se quejo, mientras le hacía una señal a Lyanna para que fuera por su peluca.