La libertad y la disciplina que se obtienen a través de este camino, a través del bushido, son las mejores herramientas contra tus enemigos.
Contra tu adversario principal: tú.
Golden poetry.
"Una vez el guerrero está preparado para el hecho de morir, vive su vida sin esa preocupación y escoge sus acciones basado en un principio, no en el miedo".
Yamamoto Tsunetomo.
Hace tanto dejé de servirle a un amo, cuando decidí mi propio camino, camino que paso a paso he recorrido; no sé cuánto lleve de tramo.
Las heridas que me causan las batallas han sanado con el tiempo, avanzando a caminar lento no hay miedo vaya a donde vaya.
Solitario amigo de la luna, me acompaña el sol de día; vienen por mi samuráis que debían mejor esconderse entre la bruma.
Mas fueron cortados de una forma limpia y tajante, sus almas con honor delirante se asemejan a una ligera pluma.
Katana teñida de rojo, en los rastrojos los adversarios yacen con aire precario, y sin vida, aunque abiertos sus ojos.
Este samurái errante, como ronin conocido, deberá a través del bushido pulular así caminante.
Venciendo y creciendo, puliendo mano, creciendo y venciendo.
Ser el mejor denotaría evidente ego, pero no serlo para mí mismo pues conozco el cardíaco ritmo de este corazón envuelto en fuego.
Ni geishas, ni sake, ni drogas, ni nada que me ciegue, ni falsos amores que me enreden o me pongan al cuello una soga.
¡Otro enemigo a lo lejos!, instinto que traslapa a mi arma, dejemos los sucesos al karma pues el resultado no es tan complejo.
Mi tranquila aura no se siente, ni mi respiración se escucha, se bañan en el suelo las hojas, que son muchas... una reverencia que duele.
Y todavía me falta mucho para llegar, el clima me dice que vaya a la montaña, necesito frutos y agua y un campo libre para meditar.
Una galaxia, mil mundos, millones de humanos en este planeta, energía que mi cuerpo aprieta pero lo libera en segundos.
¡Maldito vagabundo!, te falta mucho. ¡Maldito moribundo!
Corta el aire, corta el agua, con metal de fragua corta el valle.
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Bushido ("camino del guerrero") fue un código de conducta y ética que seguían los samuráis en Japón, especialmente durante el período Edo (1603-1868). Se basaba en principios confucianos, budistas y sintoístas, y su objetivo era guiar a los guerreros en su comportamiento y decisiones.
