La libertad y la disciplina que se obtienen a través de este camino, a través del bushido, son las mejores herramientas contra tus enemigos.
Contra tu adversario principal: tú.
Golden poetry.
"No le temo a la muerte, mas no por ello la busco, he muerto tantas veces y al final no ha sido tan malo"
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Perdido en la oscuridad de la montaña no supe cuán profundo me sumergí en mis sueños, pero mi cuerpo es todavía portador de los instintos que adopta el hombre que vive en el camino de la espada.
Puedo ver la gran canica azul desde donde me encuentro ahora, puedo ver mi forma y mi sombra, también veo los pros y los contras de la gran ambición que mi ser añora.
Puedo verte, verlos, verle, Puedo matarte, matarlos, matarle. Matar. Eso quiere la bestia que me acecha; su peluda figura al costado de la brecha.
Constelaciones y nebulosas, gas y polvo, cometas, centellas, paz y trasfondo, planetas, estrellas que inspiran el coso, la cosa.
Soy un meteorito profanando la atmósfera y cada una de sus capas, soy la luz que emana, la fuerza que escapa, soy ese que va al interior y en su katana a la bestia atrapa.
Mis sentidos agudos, mis amigos zancudos, mis motivos son puros, mis instintos depuro.
Los robles me cuidan, los nobles me inspiran, los dobles me tiran, los nombres me privan, los hombres expiran.
Carne de oso, frutos secos del suelo, fogata que da consuelo, sangre de oso.
