LITTLE MOON. [KOOKTAE- OMEGAVERSE]

2.

"¿Crees que volvamos a ver a nuestros Hyungs, Tete?" 

Agarrando con más fuerza la mano de su mejor amigo, el rubio lobito de mejillas abultadas caminaba al lado del otro menor hacia el parque con la esperanza de volver a ver a sus nuevos amigos. 

"Kookie Hyung lo prometió, Jiminnie" El más alto mostró su meñique, confiado. "Yo le creo"

Se separaron al ver los columpios libres, corrieron hacia ellos y no dejaron de balancearse hasta que sintieron que iban a devolver la merienda que habían comido antes de ir a jugar. 

Con un triste suspiro, Jimin se acercó a Tae, mirando a su alrededor por última vez.

"No vinieron, Tae."

Taehyung volvió a tomar la mano de su amigo hasta llegar a la banca más cercana, donde se sentaron un rato más a esperar.

No pasó mucho hasta que vieron a dos niños acercándose, uno cojeaba y el otro intentaba servirle de bastón a regañadientes hasta llegar a la silla.

"¿Qué pasó, Yoonie Hyung?" El rubio estaba prendido del borde de la camiseta de su lindo y pálido mayor, con las mejillas coloradas y su timidez a flote, dejando a su mejor amigo de lado.

"Nada, Jimin, que aquí no nos quieren." Jungkook, quien antes había estado llorando, ahora sólo estaba de mal humor por el dolor que tenía en su rodilla, y todo por esos tontos compañeros que tenía. 

Yoongi suspiró. "Unos compañeros de la escuela nos estaban molestando, nos dijeron cosas porque no somos de por aquí y empujaron a Kook. La maestra no les dijo nada, incluso nos regañó." 

"Pero nosotros sí los queremos, ¿Cierto, Tete?"

Taehyung, quien permanecía en silencio, sacó de su bolsillo la pequeña bolsita que su mamá le obligaba llevar a todos lados. Abrió el sobre que tenía la toallita desinfectante y la pasó sobre la rodilla de Jungkook, el mayor se dejó hacer sin mucho problema, aunque sus ojos volvieron a humedecerse por el ardor que le causaba el alcohol. Después de limpiarlo tan bien como pudo, Tae colocó una de las banditas de ositos que tanto le gustaba sobre la herida, y un besito que sorprendió a los otros tres sobre la misma.

"No te preocupes, Kookie, los besitos quitan todos los dolores."

Jungkook admiró la sonrisa cuadrada que le estaba regalando el menor, junto con sus orejitas inquietas que se movían de un lado a otro. Quiso abrazarlo, pero no hizo más que agradecerle devolviéndole la sonrisa.