『𝐒𝐨𝐥𝐞𝐢𝐥』 ᴜᴄʜɪʜᴀ ꜱᴀꜱᴜᴋᴇ

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—Estoy en casa.

—Bienvenida.

Félix pasó de largo y se tiró sobre el sillón con gran pesadez. Sasuke se extrañó ya que era rutina que ella siempre entraba y olía la comida para después halagar su sabor, pero está vez no fue así.

—Félix, ¿Sucede algo?.

—Hmm.

Ella soltó un bufido en el cojín y empezó a patalear.

—Deja de hacer eso y dime qué es lo que sucede.

Ella se enderezó y lo miró a los ojos con gran reproche.

—Falta tan solo un mes para la semana de la moda.

—¿Y? se supone que ya tienes todo listo, tus diseños para la semana están completos, ¿Entonces que pasa?

—Me están explotando laboralmente, quieren que antes de que me vaya tenga lista la colección de Otoño, ¡Mi cerebro va a explotar!

—Pero ni siquiera hemos entrado en primavera, ¿Cómo es que quieren la de Otoño tan pronto?

Ella lo vio con tristeza y bajó un poco la cabeza.

—Es todo culpa de ese imbécil.

—¿De quién?

—Del idiota que antes vivía aquí conmigo.

—Del novio que tenías el cual te robó los ahorros de tu vida para ir a burdeles.

—Ese mismo.

—¿Y porque es precisamente su culpa?

—Hace un mes le dieron un ascenso, se volvió el líder de equipo y es el encargado de la revista de la empresa.

—Pero tú no dispones de un jefe.

—No, pero tiene a la junta directiva en la bolsa y él ha conseguido que la junta me este presionando sobre los diseños.

Los ojos de Sasuke se oscurecieron más de lo que naturalmente estaban y un ceño fruncido se asomo en su rostro.

—Aun puedo matarlo y hacerlo ver cómo un accidente.

—¿Qué?

—Yo solo digo.

—No mataremos a nadie.

—¿Entonces nos quedaremos sin hacer nada dejando que te pisotee?

—Solo lo voy a ignorar como siempre, es muy dulce el que quieras defenderme pero no quiero problemas que representen una carga, al menos no hasta que hayamos regresado de Milán.

—Hmp.

—Gracias por comprender.

—Si, si, ahora levanta el trasero y ven a cenar que se va a enfriar.