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La luna se estaba escondiendo para darle paso al sol y a un nuevo comienzo de día

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La luna se estaba escondiendo para darle paso al sol y a un nuevo comienzo de día. Las calles de Shibuya se iluminaban poco a poco para que por fin la jornada diera inicio. Estudiantes saliendo de sus casas para ir a la escuela, trabajadores saliendo con sus trajes y maletines para llegar temprano a la oficina, amas de casa despidiendo a sus esposos e hijos y viceversa.

Pero para ese par el día estaba lejos de empezar, aún consumidos por el sueño, ambos aún se encontraban enredados en las finas sábanas de satín, sin ropa y sin la mínima noción del tiempo.

Cuando el reloj marcó la hora, las once con quince minutos, Sasuke despertó abruptamente de su sueño y observó a su alrededor y fue cuando recordó que esa noche no había estado en su habitación si no que pasó la noche con Félix, haciendo de todo menos dormir.

Su brazo estaba rodeando su cintura y ella estaba acurrucada en su pecho. Podía sentir el calor de su piel desnuda y el aroma a jazmín que Félix irradiaba.

No quería levantarse, no quería moverse, pero Félix ya iba tarde al trabajo. Comenzó a removerla para despertarla, pero estaba privada.

—Félix, despierta.

—Mmm no, mejor nos quedamos un ratito más así.

—Pero vas tarde...

—No importa.

—Pero si te despiden y...

—Si me despiden me voy a otra empresa, que más da, las propuestas laborales no me faltan.

—Hmp.

No pudo hacer nada más que ceder, durante las horas siguientes se dedicó a acariciar su cabello y espalda, mientras ella hacía círculos y líneas sin sentido en su pecho.

—Sasuke.

—¿Hmm?

—De ahora en adelante quédate a dormir conmigo.

—¿Eso quieres?

—Si.

Parecía meditarlo con detenimiento, pero en realidad solo le daba un toque de suspenso, después de todo ese era su plan inicial.

—Bien, entonces dormiremos juntos.

Ella no dijo nada en respuesta, pero a cambio solo se apretó más y siguió abrazándolo.

(...)

Ubicación. País del fuego, Konoha.

—Sigo insistiendo Sensei, él no puede irse y no mandar ni una nota.

—Y yo te lo repito Naruto, si quisiera hacerlo ya lo habría hecho.

—Pero...

—Basta, no solo estás siendo irracional, también estás siendo invasivo con mi trabajo, ahora te pido que salgas, te despejes y vayas con tu esposa y la cuides.

—...

—Y tampoco se te ocurra mandar a Sakura para que me venga a decir exactamente lo mismo.

Naruto se fue sin decir nada más. Kakashi solo pudo soltar un suspiro pesado y mirar hacia la ventana.

¿Dónde estaba Sasuke?, no pudo pasarle algo, no era posible, así que lo realmente pudo pasar es que se está tomando un descanso.

En realidad hace unos meses se lo había recomendado, Kakashi le daría vacaciones indefinidas hasta que Sasuke se sintiera en paz, la presión social por la que estaba pasando aquel joven era algo impresionante. Muchos compañeros de su generación ya estaban casados y comenzaban a tener hijos, pero Sasuke parecía más enfrascado en su mundo tratando de ignorar lo que pasaba a su alrededor y Kakashi estaba dispuesto a darle un descanso de todo eso.

El Hatake esperaba al menos que el joven le dijera que se iría por un tiempo pero ni siquiera él estuvo consciente de cuando se fue. Pudo deducir cuando pasó, fue después de la reunión que organizaron para felicitar a Naruto y Hinata por la espera de su primer hijo, parecía más harto de lo normal, más sombrío y más gris.

Parecía que las nubes grises de lluvia lo seguían como si fueran parte de su ánimo, y como si de una caricatura se tratara, el sol se ocultaba para él cada vez que salía.

—Donde quiera que estés espero que seas feliz y el sol haya salido para ti.

(...)

Ubicación. Shibuya, Japón.

Ese fue un día de ocio, Félix decidió que no iría a trabajar de último momento, así que arrastró a Sasuke a la bañera y lo hicieron una vez más ahí.

Aún podía sentir lo suave de la piel de Félix y en los sonidos que salían de su boca cada vez que tocaba un punto sensible. Cada vez que lo recordaba esbozaba una risita traviesa. Se sentía juguetón y no dudaba en hacer sonrojar a Félix en lo que restaba del día.

—Cocinas como un dios.

—Hmp, bueno son ventajas de haber vivido sólo.

Y ahí estaba ella, sentada frente a él, con el cabello húmedo y con solo un suéter de lana puesto, comiendo lo que él le había preparado después de pasar casi todo el día en su habitación.

—No sabes lo feliz que me pone el recordar que caíste sobre mí cuando nos conocimos.

—Solo lo dices porque te mimo con comida.

—Puede ser, pero también hay otras cosas que disfruto de ti.

Sasuke ahora se daba cuenta de los cambios que hubo en su vida. El sol había salido para él después de mucho tiempo sin verlo y fue el sol más brillante que jamás había visto en su vida.

Le gustaba el calor que ahora estaba presente en su vida.

Félix es un sol muy reconfortante y hermoso.

Las mañanas de Sasuke ahora serán más brillantes

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Las mañanas de Sasuke ahora serán más brillantes.

Las mañanas de Sasuke ahora serán más brillantes

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(Créditos a su autor o artista).

Kirche. ☀️

『𝐒𝐨𝐥𝐞𝐢𝐥』 ᴜᴄʜɪʜᴀ ꜱᴀꜱᴜᴋᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora