『𝐒𝐨𝐥𝐞𝐢𝐥』 ᴜᴄʜɪʜᴀ ꜱᴀꜱᴜᴋᴇ

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Leer notas al final.

Pasajeros con destino a Milán, Italia favor de abordar el vuelo PC 1005.

—Ese es nuestro.

Al levantarse Sasuke no permitió que Félix llevará la maleta, por lo que se llevó ambas, una de él y otra de ella.

Usualmente Sasuke siempre llevaba un rostro neutro, claro siempre y cuando Félix no lo estuviera mirando, es ahí donde su rostro cambia a uno de total calidez y adoración. Pero ahora no estaba ni neutro ni cálido, más bien era un rostro bastante pálido y hasta preocupado.

—¿Qué pasa querido?

—Nada, sigamos.

Eso no parecía nada. Al salir de casa Félix había comprobado que se sintiera óptimo para viajar por primera vez en avión...A no ser...

Es eso.

—Es verdad, es tu primera vez en un avión ¿Por eso estás tan nervioso?

—No estoy nervioso como tal, solo es algo completamente desconocido para mí, lamento si eso te preocupa.

—Puedes sujetar mi mano mientras despega, o hasta que te sientas seguro.

—Hmp.

—Eso es, entonces nos tomaremos de la mano hasta que estés listo para soltarla.

Vaya, un hombre que ha hecho cosas más peligrosas que montar un avión. Lo bueno es que ella es comprensiva.

Buscar sus asientos fue una odisea, por su tamaño el ónix no tuvo problemas para pasar entre la gente pero ella.

—Disculpe.

Golpe.

—Estoy pasando.

Ese maldito no se quita.

—Disculpe madame.

Tranquilizante, Félix es una mujer con un bebé.

—¡Quítate del camino, maldita sea!

Y la paciencia se acabó.

—Uff, ¿Por qué no puedo ser tan alto como tú querido?

—Hmm, perderías tu encantó.

—Aww crees que soy encantadora.

Bueno, el despegue lo manejó bastante bien a decir verdad, el circo empezó a las pocas horas.

—Félix, no me estoy sintiendo bien.

—Oh, quieres que pida agua.

—No, creo que necesitamos más fuerza.

—Querido no tomarás alcohol estando en las alturas.

—Oh.

El pobrecito estaba azul, se sentía culpable pero el hombre era terco y no quería tomar una siesta, su constante estado de alerta no lo dejaba descansar en paz.