Aquella tarde del 20 de agosto de 2022 fue especialmente lluviosa. Hacía tiempo no caía una tormenta igual.
Desde el inicio del día las nubes negras habian encapotado el cielo, amenazantes.
Pero ni una sola de aquellas gotas logró paralizar el caos de la ciudad, es más, lo acrecentó.Nicolás había salido del trabajo sobre las 17:45. Un poco más pronto que de costumbre. Trabajaba como cocinero en un importante restaurante. No podía quejarse de su vida: buen trabajo, buen sueldo. Sin lujos ni ostentaciones, pero por lo menos llegaba a fin de mes y podía permitirse alguna escapada de fin de semana junto a su mujer, Emilia.
Aquella tarde lluviosa ella salía un poco más tarde, sobre las 20:00. Trabajaba en una joyería ubicada en el interior de un gran shopping.
Los dos tenían la vida que siempre habian querido tener: cuando se conocieron por casualidad en aquel antro de mala muerte, el amor surgió a primera vista. La primera en dar el paso, contra todo pronóstico, fue ella, que pasada de copas ya ni se acordaba de que existía la vergüenza.
Se acercó con la sonrisa de quien ya sabe que va a triunfar dibujada en la cara. Nicolás no le había sacado el ojo de encima en toda la noche. "¿Me podés ayudar?" Le había preguntado acercándose mucho para que la pudiese escuchar. Por supuesto él dijo que sí, a lo que ella, sacando su celuar, respondió: "creo que se me estropeó el celular, fijate porque no me aparece tu número de teléfono". Nicolás rió y ella terminó de confirmar que le encantaba.
Con otra sonrisa triunfante agendó su número en su celular y se lo devolvió.Emi: Nicolás
Nico: Un gusto. ¿Vos sos?
Emi: El gusto es mio que me conseguí tu número en cuestión de segundosLos dos volvieron a reír bajo los efectos del alcohol, que en ella eran más evidentes que en él.
Emi: Soy Emilia, agendame asi no te olvidas
Sin pensarlo dos veces le dictó su número, más segura incluso que si estuviese sobria.
Emi: ¿Viniste solo?
Nico: Sí. ¿Vos?
Emi: Podria decirse que sí, no tengo idea de donde están mis amigos. ¿Cómo es que viniste solo?
Nico: No tuve una buena semana. Necesitaba desconectar. Problemas en el grupo
Emi: Ah, entiendo. Bueno, lo divertido de venir solo es que podes dejar de estarlo en cualquier momento de la noche, por ejemplo ahoraNicolás se rió y miró para el costado.
Nico: ¿Sos siempre asi de mandada o es culpa de las copas de mas que llevas encima?
Emi: 50 - 50Ella también rió y lo invitó a un par de shots de tequila para terminar de rematar la noche.
Emi: ¿Me queres contar qué paso con tus amigos?
Nico: Nada, digamos que hay determinadas actitudes que repetidas en el tiempo, cansan. Y aca estoy
Emi: Conmigo
Nico: Con vos
Emi; No me dejaste de mirar en toda la noche. Te vi
Nico: Un poquito. Decime por dios que no te incomodé
Emi: Naaa
Nico: Es que es imposible no mirarte
Emi: Aya, me pongo colorada, no me digas esas cosasSu tono de falsa modestia delataba, irremediablemente, sus ganas de besarlo. Pero en lugar de eso lo empujó suavemente. Desde fuera se veía igual de absurda que una adolescente inexperta que acaba de enamorarse por primera vez en su vida. Eso pasaba poco en la vida de Emilia, solo cuando le había gustado enserio un chico.
Nico: Escuchame, ¿te molesta si vamos fuera? Asi nos da un poco el aire y podemos hablar mejor
Emi: Daaale, no naci ayer, vos no queres hablar, queres comerme la boca desde que tus ojos me encontraron bailando
Nico: No lo voy a negar porque es evidente, pero en mi defensa diré que...
Emi; ¿Qué?
Nico: No, no se, estoy demasiado borracho ahora mismo para pensar. Avisale a tus amigos de que salimos, necesito un poco de aire
Emi: Son mis amigos, no mi padre, no les voy a andar dando explicaciones de nada

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Hoy, mañana y siempre
FanfictionTras un accidente de auto Nicolás pierde la memoria y no reconoce a su mujer, con la que llevaba poco tiempo casado. A partir de ese momento, la joven tendrá que volver a conquistar su corazón.