#5

96 4 4
                                        

Emi: Bueno, ¿y?

La doctora asintió terminando de leer los papeles de los estudios. Se retiró los lente y le ofreció la hoja de papel.
Emilia la tomó entre sus manos y recorrió las palabras con sus ojos rápidamente hasta detener en seco su atención en una palabra concreta.
Una sensación de calor nació en lo mas profundo de su estómago. Su corazón se detuvo en seco.
La doctora sonrió.

Doctora: Felicitaciones futura mamá

Emilia miró a la mujer totalmente aturdida. Los mareos, las náuseas, los desmayos poco tenían que ver con el accidente, eran síntomas de embarazo.

Doctora: ¿No era lo que esperaba? Es una buena noticia, ¿no?

Por fin Emi logró reaccionar acomodandose algo inquieta en la silla.

Emi: Sí, sí. Pero no era lo que esperaba y...

Una risita nerviosa incipiente hizo sonreir a la doctora.

Emi; No te puedo creer

Apoyó el codo sobre el escritorio para poder apoyar su frente y negando con la cabeza trató de terminar de procesar que dentro de su vientre estaba lo que más había deseado con Nicolás hacia solo unas semanas atras.

Doctora: Es normal sentirse así si no lo estaban buscando

Emilia levantó la cara y tragó saliva.

Emi: Sí que lo estábamos buscando, pero es el peor momento. Hace solo unas semanas mi marido y yo tuvimos un accidente y ahora mismo él está sufriendo una etapa de amnesia en la que no se acuerda de nada de los últimos años
Doctora: Bueno pero en algún momento se va a recuperar y van a ser una familia muy feliz
Emi: No sé cómo voy a hacer para contarle esto, es...una locura
Doctora: A veces las cosas no vienen como una espera. La vida es asi, una de cal y una de arena. Usted relajese, va a estar todo bien. Aún le quedan 9 meses por delante, no hay que adelantar acontecimientos

No muy convencida, Emilia le respondió ladeando la cabeza y esbozando una sonrisa forzada.

Al verla salir, su padre, que la esperaba fuera, se puso en pie.

Carlos: ¿Y?
Emi: Todo bien. Estoy un poco baja de un par de vitaminas, pero nada más. Además a eso se le suma el estrés de todo lo que fue el accidente, dormir mal a la noche
Carlos: ¿Seguro? Mirame a los ojos

Resistiendose un poco, terminó por clavar sus ojos en los de su padre.

Emi: ¿Tengo 15 años ahora que me haces esta escenita? Vamos a casa, por favor, tengo hambre, hace mucho rato que no como

Irritada, se dio media vuelta y comenzó a caminar a paso ligero hacia el pasillo que conectaba con la puerta.

Carlos: ¿Por qué no se vienen a casa a almorzar?
Emi: ¿Incluis a Nicolas en el plan?
Carlos: Obvio
Emi: No sé si es buena idea
Carlos: ¿Por qué no?
Emi: Porque no está bien, papá. No se acuerda de nosotros, va a estar incómodo y no tengo ganas de tenerlo ahi con cara de nada, mirandonos como si fuesemos extraños
Carlos: Bueno pero viene a casa, charlamos, le contamos cosas
Emi: Ajam
Carlos: Hagan lo que quieran, solo decía

Emilia suspiró profundamente y cerró los ojos saliendo del hospital.

Emi: Perdón. Estoy un poco estúpida estos días

Se abrazó a su padre de medio lado y apoyó la cabeza sobre su hombro.

Emi; Cuenten con nosotros para el almuerzo
Carlos: Va a ser casi como cuando nos lo presentaste, ¿te acordas?

Ella respondió con una risa.

Carlos: Con la diferencia de que sabemos que es buen pibe y ya nos cae bien, no vas a tener que esforzarte por convencernos
Emi: Igual aún tenemos que ver si él tiene ganas de ir

Hoy, mañana y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora