Hoy, mañana y siempre

#7

A la mañana, cuando Nicolás abrió los ojos, encontró a Emilia acurrucada entre sus brazos, que la rodeaban como si fuera una nena asustada que necesita esconderse de la peor de las pesadillas. Pensó en soltarla antes de que se despertase, pero no le dio tiempo. Emilia abrió los ojos 2 segundos después, parecía que estaban compenetrados. Sus miradas se encontraron unos segundos, ella volvió a cerrar los ojos y se removió acercandose más. Nicolás dudó un segundo de si realmente estaba despierta o había sido momentáneo. Susurró su nombre un par de veces, pero no reaccionaba así que supuso que efectivamente, no estaba del todo despierta a pesar de haber abierto los ojos, así que aprovechó para intentar levantarse pensando que así evitaría la situación incómoda de tener que mirarla tan de cerca. Cuidadosamente trató de sacar el brazo izquierdo, que estaba encajado en el hueco entre el cuello de su mujer y la almohada.

Emi: ¿Vos no sabes que a las princesas se las despierta con un beso de amor verdadero?

Abrió un ojo para mirar su reacción y estalló en una carcajada. Nicolás la miraba totalmente confuso.

Emi: Buen día

Nicolás sonrió. No habia logrado moverse ni 2 cm y seguía muy cerca de ella, pero no pareció tan terrible después de todo.

Nico: Buen día

Ahora sí, los dos se sostuvieron la mirada. Como era costumbre para Emilia, bajó sus ojos a su boca.

Nico: Que raro esto ¿no?
Emi: ¿Qué?
Nico: Hace tantos días que abro los ojos y veo el respaldo del sillón que, ver tu cara, es...
Emi: Una pesadilla

Levantó varias veces las cejas para remarcar que estaba jodiendo. Nicolás sonrió y ella se sentó de golpe mirándolo con la boca abierta fingiendo indignación.

Emi: ¿Por qué te reis? ¿Ivas a decirme eso?
Nico: ¡No! Iba a decir que es raro
Emi: Boe, hace unas semanas no te parecía tan raro
Nico: Ya sé... en realidad me gusta que sea raro porque siento que volvemos a empezar
Emi: Ah, ¿y eso te parece divertido? Porque la verdad yo odio que me trates como si me hubieras conocido ayer cuando hace años que tenemos una relación

Nicolás también se sentó y le estampo, totalmente por sorpresa, un breve beso en los labios. Emilia parpadeó un par de veces totalmente perpleja.

Nico: Voy al baño

Nicolás se levantó y abandonó la habitación lo más rápido que pudo sintiendo como su mujer lo seguia con la mirada con cara de poker.
De repente se sentia igual de euforica que cuando la besó por primera vez hacía ya varios años atrás.

Todavía no había terminado de procesar la fugaz muestra de afecto cuando un pensamiento se abrió paso entre todos los demás: tostadas con queso crema y mermelada de frutilla. Lloriqueó un poco sabiendo que era puro antojo y puso la mano en su panza.

Emi: ¿Ahora tiene que ser?

Bufó y se puso en pie a regañadientes. Bajó a la cocina y se puso manos a la obra, tenia que satisfacer lo antes posible a su futuro bebé.
Mientras metía el pan en la tostadora seguía dandole vueltas a la posibilidad de que Nicolás volviera a ser el que era antes de lo que ella esperaba. No se le ocurría una mejor manera de empezar el sábado.

De repente entre su revolución de pensamientos recordó la charla que había tenido el día anterior con sus compañeras.

F L A S H B A C K:

Delfi: Si yo fuera vos dejaria de tratarlo como un enfermo
Emi: No lo trato como un enfermo
Delfi: Me refiero, es tu marido Emilia, hace años que están juntos, tratalo como siempre
Sofi: Yo creo que no podría reprimirme. Me desesperaría no poder abrazarlo ni siquiera
Emi: Me da cosa, pienso en el momento del accidente, en lo golpeado que estaba y lo veo frágil, no sé. No lo quiero incomodar, no me sale tratarlo como antes. A parte me mira con esa cara de nada que la verdad 0 erotismo
Delfi: Ay si yo fuera vos la pasaría tan bien. Es como un intercambio de parejas sin tener que intercambiarla y jugando con ventaja. ¿No te calienta la idea de jugar con eso?
Fran: Sos una desubicada. Te está diciendo que tuvieron un accidente de auto y el marido está totalmente reseteado ¿y no se te ocurre otra cosa para decirle? No la escuches Emi, yo te banco
Delfi: Pero vivieron un momento de mierda, ya pasaron unos días, hay que rehacer la vida. Viven juntos, llevan casi toda la vida en una relación, no le veo lo malo. Las relaciones no solo se cuidan desde un punto de vista romántico, llevarle el desayuno a la cama y sentarte a llorar cuando el otro llora y a reir cuando el otro ríe. También hace falta un poco de juego. A parte querida, con esa cara que tenes y ese cuerpo no entiendo como él no se aplaude a sí mismo por lo bien que hizo todo en la vida. Vos imaginate que te quedas a 0, en blanco total y abrís los ojos y ves que semejante hombre es tu marido