Deseos de One piece (One-shots)

Dracule Mihawk "Ojos de Halcón" II

—no pensé que nos volveríamos a ver tan pronto

—es que...no tengo un lugar donde ir, Moria-sama está muerto y cuando fui a ya no había nadie—con timidez, Perona desvió la mirada, su rostro tenía un tinte rozado y sus labios estaban levemente apretados, inflando sus mejillas, mostrando una expresión de niña pequeña tratando de convencer a sus padres con algún capricho—¿puedo seguir viviendo aquí? ¡Seré una chica buena te lo prometo!

—bueno...no creo que habrá problema—un poco de duda se asomó en sus expresiones faciales pero prefirió apartarlas a un lado y abrir un poco más la extensa puerta de roble, invitándola a que pasara

—¡que bien! Sabía que podía contar contigo, al principio tenía dudas con tu marido gruñón, ya sabes, diciéndome que tenía que seguir mi camino por mi propia cuenta; así como le había dicho a ese tonto cabeza de musgo, pero después recordé que tiene a una linda esposa que puede ayudarme en eso, además tuve muchas dificultades en volver aquí-seguía y seguía contando como había sido su pequeña aventura en llegar hasta la isla Kuraigana. Al principio (TN) la abría escuchado con atención y paciencia pero ahora no se encontraba en buenas condiciones en poder seguir escuchando la chillona voz de la peli rosada—fueron muy molestos y para nada lindos esos hombre que querían robarm—

—¡Perona!...ya para por favor—con incomodidad se masajeaba las cienes, tratando de calmar el leve mareo que tenía—me alegra mucho que estés feliz y puedas continuar en convivir con nosotros...solo te pido un poco de silencio ¿sí?, estoy en un estado un poco...sensible—luego de haberse calmado se dirigió con pasos calmados y nada apresurados hacia la gran sala en donde se encontraba el nombrado "Mejor espadachín del mundo"

—esta...bien—le había sorprendido aquello, se había acostumbrado a que (TN) siempre la escuchara sin ninguna queja pero en esta ocasión no se la veía con esas ganas, que meses antes de marcharse con el espadachín de los Mugiwara, tenía siempre—¿te ocurre algo? ¿Estas enferma?—la preocupación se presentó en ella al pensar que algo malo le pasaba

—no te preocupes estoy perfectamente—le dedico una ligera sonrisa para no preocuparla y también para que no continuara con más preguntas

Caminaron en silencio, la más joven metida en sus propios pensamientos tratando de descifrar lo que ocurría mientras que con la contraria solo se concentraba en disminuir aquel mareo, lo cual pudo conseguir minutos después

Mihawk al ver de quien se trataba no dijo nada, tampoco le dio mucha importancia cuando su esposa le había comentado de la duración momentánea que tendría la pelirrosa nuevamente en el castillo. Hubo chirridos y quejas infantiles por parte de la residente por la falta de expresividad que hubo con el hombre, tal vez esperaba un recibimiento más emotivo, lo cual no recibió por parte de ambos mayores

Perona se sentía fuera de lugar, ya había pasado más o menos un mes desde que estaba otra vez en el castillo y las cosas no parecían las mismas de ante. No había ningún cambio por parte de Mihawk, seguía igual de serio, calmado y callado, o como le definía Perona, aburrido y amargado, pero no era lo mismo con (TN)

—¡ya no lo soporto más!—su mano derecha apretó el cuello de su peluche de oso Kumashi, mientras que con el izquierdo señalaba a la mujer de cabello (CC) que estaba sentada en uno de los elegantes y antiguas sillas, leyendo un libro con una portada de colores pasteles—no sé lo que te esté pasando con (TN)-chan pero ya no es la misma de antes—la mencionando miraba sorprendida como bruscamente el silencio reconfortante que tenían hace unos segundos fueron reemplazadas por el llanto de la chica fantasma—llevo un mes en el castillo y pareciera que solo existen dos Mihawk, la (TN)-chan que conocí por 2 años siempre estaba llena de energías, corriendo en cualquier parte del castillo buscando que hacer, o sino buscándole pelea a los babuinos humandrills pero ahora solo se la pasa sentada leyendo libros de que sabrá que cosas, ya ni Mihawk la deja cocinar o hacer alguna actividad con la agricultura...y lo peor de todo es que ahora usas vestidos aburridos que ni resalta tu precioso cuerpo, ¡quiero la (TN)-chan de antes!—como muestra de su coraje, mordió una de las orejas de su peluche mientras sus lloriqueos eran calladas por esto mismo