Thrē

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Thrē


Miró hacia arriba en busca de las maltrechas muñecas, si acaso llegaban a quebrarse sería muy complicado no sólo curarlas sino que recuperaran la movilidad natural en ellas. Así que, volviendo a considerar malamente el que deseaba conservarle, estiró la diestra y cortó los amarres dejando el rubio sostenido sólo por su fuerza.

-Sujetate del poste- no necesitaba más que agarrarse para no sentir que caería, luego de todo él no iba a soltarle.

Empujó con brió, a pesar de las quejas y del dolor en el rubio, lo empaló hasta el fondo y se detuvo ahí un momento mientras sentía el violento palpitar de ese culito que intentaba rechazarle pero que, contradictoriamente, por momentos lo absorvía y presionaba.

-Maravilloso- exclamó con voz firme aunque sin levantar el tono –estás tan estrecho y ansioso- y eso, aunque fuera algo natural en Jungkook, merecía una recompensa.

Pasó las manos por su cintura y estando bien adentro en él, lo jaló hacia su cuerpo permitiendo que se sujetara de él, a cada embiste la espalda del rubio chocaba contra el poste más aún si esa piel se hería el olor de la sangre le excitaba. Tenía que beber de su sangre en medio de ese momento, así que clavó los colmillos en el cuello del rubio pero en el costado en donde no le había tocado.

Y bebió con moderación, despacio, percibiendo el agitado corazón de Jungkook.

******

Fue un respiro increíble el poder sentir sus muñecas libres de la terrible prisión que le provocaban las amarras. Sin embargo, gritó desgarrado al sentir que era totalmente empalado... y entonces empezaron los movimientos, bruscos, fuertes y sin piedad en su interior. Le hacía elevarse y descender nuevamente, empalándose una y otra y dios santo, otra vez.   

-AHhh Ahhh ...-gemía, le rodeó el cuello con los brazos para poder sujetarse, y prácticamente deliró cuando los colmillos se insertaron en su cuello-. Ahhha ahhhh... mmmhh...   Se sentía bien. Eran descargas de placer que iban desde su cuello lastimado hasta el resto de su cuerpo. Su culo se apretó, succionando el miembro que ahora era más que bienvenido. Era como ser anestesiado con un afrodisíaco cada vez que le mordía... le hacía temblar, el dolor se iba y sólo quedaba placer.   Tanto, que le empujó la cabeza contra su cuello para que siguiera mordiéndole.

-Ahhh ahhhh-gimió sensual, sus piernas rodearon bien la cintura del vampiro, apretándose contra él, buscando penetraciones más profundas y estocadas más duras-. ... es... yo.... ahhhh ahhhh...

*****

Bebió más aprisa cuando sintió que el rubio se presionaba contra él, sin embargo se detuvo con brusquedad y lamió la herida a sabiendas de que podía terminar con un cadaver en brazos en lugar de con un hermoso rubio saciado y sangrante.

Diferente fue sentirle abrazado a él luego de tener tan presente sus quejas, súplicas y negaciones. ¿En donde habían quedado ahora todas ellas?   En la mente del rubio sólo existían los mismos gemidos que él, y todo el pueblo, escuchaban. Por ello, y como ya no tenía que sujetarle, le apretó los glúteos para hacerlo subir y bajar sobre su miembro, empalando al chiquillo sin la necesidad de hacer mucho esfuerzo.

-sé... que lo deseas- besó el cuello al no poder morderlo de nuevo.

El palpitar del corazón, el fluir de esa sangre, si acaso se le ocurría volver a beber de él no podría ya detenerse.

-S-si...-admitió derramando lágrimas.   Nunca antes había experimentado algo así, nunca antes sentido eso. Nunca antes creyó que ser tocado por otro hombre pudiera ser tan delicioso, tan rico, tan ardiente... nunca creyó que pudiera ser tan delicioso tener a un hombre dentro de su cuerpo, empujándose y haciéndole mojarse como una putilla.

Sacrificio 🦇Jikook🦇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora