Cuando el Café funciona

Despedida

Me duele el pecho.

Cada vez que escucho tu voz en risas por las bromas de otro
Cada vez que veo en tus ojos el reflejo de su mirar
Cada vez que veo en tu cuello las marcas de alguien que ya no soy yo.

Me duele la cabeza
Cada vez que su nombre es mencionado.
Cada vez que el tiempo me recuerda que ya no estás aquí.
Cada vez que falto de tu calor.

Últimamente, he estado cayendo en un sueño cada vez más largo.
Noto que cada vez, el tiempo me es menos.
Noto que cada vez sueño menos.
Noto que desde la mitad, cada sueño es el simple recuerdo de mí en la obscuridad.
Y tú... Sacándome de allí.

Fue bueno saber que en la vida, el destino no existe.
Fue bueno poder mantenerme a tu lado por un tiempo, aunque nos hallamos separado de lo que deseamos al principio.
Tu compañía aún me hará falta, tú eres la que me saco de tantas tinieblas y de la empatía de la muerte.

Fue un gusto conocerte.
Ahora... Para evitar que tu recuerdo me siga persiguiendo por los años a venir, voy a salir de viaje. Iré a ver lo que siempre quise ver.

Te deseo lo mejor, pues... Te amo aún.
Y espero que seas feliz.