Mito

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—¡Muy bien chicas! Creo que ya tenemos todo lo necesario para la gran pijamada de esta noche. —Dijo Mabel Pines con un tono airado e inspirador, mientras caminaba por la acera; revisando minuciosamente una pequeña lista escrita en una enorme hoja de papel que muy poco le faltaba para que le llegara hasta las rodillas.

—Dulces, poptarts, maquillaje, sodas locas y los últimos números de todas las revistas de chicos lindos existentes que hay actualmente en el mercado. —Mencionó una chica de baja estatura, cabello negro, gafas gruesas, mochila rosa, blusa verde y medias blancas; dándole un buen visto a la lista que Mabel traía entre las manos—. En efecto, no nos falta nada.

—Esta será la mejor pijamada de la historia. —Recalcó una tercera chica a espaldas de Mabel y su amiga. Una bastante tosca en apariencia, la cual era la no tan orgullosa portadora de una voz mucho más masculina que la de la mayoría de los hombres adultos de todo Gravity Falls. Una voz que llegaba a superar con facilidad en tonos graves a la del inocente muchacho de doce años que las seguía de cerca y que había sido designado específicamente para cumplir con la tarea de ayudarles a cargar con las pesadas bolsas del supermercado.

El día era jueves y las manecillas de los relojes en el pueblo marcaban las cuatro y media de la tarde. Sin embargo, solo por el simple hecho de encontrarse en plenas vacaciones de verano es cierto que a muy pocas niñas y a muy pocos niños les interesa saber en qué día de la semana se encuentran. Es como si el verano fuera una especie de portal místico perdido entre el tiempo y el espacio que conecta la primera y por ende; la mitad más pesada del año por estar muy escasa de festividades con la segunda; donde de forma general la navidad es el evento más esperado por la gran mayoría de los más jóvenes del hogar.

Una de esas niñas era precisamente Mabel Pines, una chica despreocupada y bastante risueña que había logrado asentarse muy bien en aquella extraña localidad ubicada en el centro de Oregón; donde sus padres la habían mandado a pasar el verano completo en compañía de su hermano Dipper a la misteriosa y rústica casa de su tío abuelo Stan.

Habían pasado apenas unas pocas semanas desde que los dos hermanos arribaron a Gravity Falls, pero en el transcurso de aquellos días todo parecía indicar que era Mabel la que se había caracterizado por intentar socializar más con los irreverentes residentes del pueblo, llegando incluso a convertirse en la mejor amiga de las otras dos niñas que la acompañaban y que desde mucho antes de su llegada ya se habían ganado la reputación entre los demás niños y niñas de ser las más raras y extravagantes en varios kilómetros a la redonda: Candy y Grenda.

No así sucedía con Dipper Pines, el cual parecía estar mucho más preocupado por descubrir quien había sido el autor del diario en su posesión marcado con el número tres y definitivamente más interesado por descifrar todos y cada uno de los secretos que el pueblo escondía por detrás. No obstante, a pesar de que ya se había ganado las amistades incondicionales de la bella Wendy y del leal y divertido Soos; en el fondo Dipper no podía dejar de afligirse un poco al contemplar la tan profunda unión que compartían su hermana y esas otras dos chicas, ya que ni siquiera en su lugar original de residencia él había logrado establecer una sola amistad tan llevadera como esa. Todo debido a que el resto de los chicos de su escuela lo consideraban como a un bicho raro; gracias a su extraña obsesión con los sucesos paranormales, a su sobrada inteligencia y a su inigualable curiosidad.

Y qué decir de las chicas. Dipper era mejor conocido en su salón de clases por ser el único chico de doce años que aun no había recibido su primer beso y lo peor de todo era que lo más cercano que había experimentado en su vida a un contacto directo de labios con alguien más; había eclipsado en un método de resucitación a la inversa hacia un joven y agonizante tritón. De cualquier forma, Dipper hacía lo posible para ignorarlo y dedicarse a resolver exclusivamente los misterios que Gravity Falls tenía para él antes de que el mágico verano diera por finalizado. Pero lo que Dipper aun no sabía era que más temprano que tarde debería enfrentar de frente a esos demonios del presente y del pasado que aun atormentaban el interior de su noble y angustiado pero a fin de cuentas; valiente corazón.

El Juguetero Siniestro [Dipcifica] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora