El fuego sacudió todo el lugar, los pequeños monstruos de color negro y ojos rojos, creados a partir de magia oscura estaban siendo derrotados por el joven. Lucy los azotaba hasta morir con su látigo y poder celestial mientras que Levy vigilaba la retaguardia.
—Yo me ocupo de estos—dijo Natsu liberando fuego en sus manos y echándose al combate.
—¡De acuerdo!—Lucy seguía atacando a las criaturas que estaban cerca suya.
En un principio parecía que habían pocos, pero a medida que luchaban iban apareciendo, como si hubieran estado escondidos. Pero el poder de los tres era tan grande que eran muy fáciles de derrotar. Además, Natsu no dejaba de usar su poder al máximo.
—Creo que ya están todos—dijo tomando un poco de aire—¿estáis bien?.
—Si Natsu, ¿y tú?—la rubia estaba preocupada.
—Tranquila, estoy perfectamente.
Por fin pudieron respirar un poco, habían gastado bastante de su poder para erradicar a todos los monstruos. Eran débiles ante ellos, pero eran tantos que cansaba enfrentarse a ellos.
La imagen del poblado era desolador. Todos los habitantes, incluidos ancianos y niños estaban sin vida por todo el lugar. Levy y Lucy lloraban viendo la tan terrible escena mientras que Natsu armándose de valor los recogió todos para quemarlos en una pila funeraria improvisada. Al menos así sus almas descansarían en paz.
—¿Quién ha podido hacer algo así?—Levy no daba crédito.
—Alguien sin escrúpulos, eso está claro.
—Tranquila Lucy, no debemos perder la calma.
De pronto, una enorme sombra apareció en el cielo cubriendo todo con su oscuridad. Parecía que era de noche, Natsu y ambas magas se escondieron en una de las casas por orden de Levy quien parecía saber de esa magia.
Un rayo de color rojo cayó justo en el centro del lugar. Una figura humana, con capa, cuernos y una vestimenta azul marina estaba presente. Sus ojos de color verde asustaban un poco, parecía el de una criatura demoníaca.
—Sal—dijo—se que te escondes ahí—su voz era muy grave, como el de una bestia.
Natsu les hizo quedarse dentro de la casa, parecía que solamente le quería a él, no quería que las otras se pusieran en peligro. Notaba un aura muy fuerte en este enemigo.
—Aquí estoy—salió a su encuentro.
—Mi amo quiere verte...muerto, eres un intruso.
—Tu amo se llevará una desilusión—respondió con una sonrisa y golpeando sus puños.
—Veamos si estás tan hablador en un rato—dijo con una sonrisa macabra.
Mientras tanto, en mitad de la selva, Erza era atendida por Wendy y tenía una bolsa de hielo gracias al poder de Gray quien estaba herido, pero en menor proporción.
—Pronto te sentirás mejor Erza-san—la pequeña estaba preocupada.
—Gracias Wendy—estaba cubierta de heridas.
—Nos has protegido, es lo menos que puedo hacer.
Habían improvisado un pequeño campamento entre unas rocas, protegidos por la vegetación y los grandes árboles. Gray se terminó de vendar el brazo, tenía unos pequeños cortes, no era nada pero era mejor aplicar un poco de medicina.
Erza los había protegido de unas criaturas oscuras muy fuertes, con cuchillas y que además, volaban por lo que fue difícil de derrotar.
—Ya estoy algo mejor—la pelirroja se tumbó sobre su saco de dormir.
Pronto pareció hacerse de noche, pero veían una magia oscura y como un rayo caía lejos de ellos. Gray preparó algo de comer para reponer fuerzas, él también se sentía agotado y no podía andar demasiado.
—Este lugar es mucho más peligroso de lo que pensaba—estaba preocupada—espero que el resto estén bien.
—Estamos hablando de Natsu—dijo Gray—seguro que está bien.
Aprovecharon el descanso para comer, reponer fuerzas y planificar un plan. Necesitaban encontrar a sus amigos para todos juntos poder hacer frente a ese nuevo enemigo. Afuera comenzó a caer una fina lluvia.
Agradecieron poder estar a salvo y refugiados. Pero la alegría de estar allí dentro duró poco porque vieron a lo lejos, donde había caído el rayo, una enorme llamarada hacia arriba.
—¡Tiene que ser Natsu!—dijo ella.
—Sí, huelo la magia a él desde aquí.
—Tenemos que ir—intentó ponerse en pie pero no pudo.
—Deja que vaya yo, Wendy cuida de ella.
Gray salió serio, notaba que algo no marchaba bien. Seguramente el mago necesitase su ayuda para poder hacer frente a un enemigo. Una magia se podía notar, algo maligno, monstruoso, y encima estaba atacando a su compañero.
—Resiste Natsu...voy a ayudarte—echó a correr y usando su magia de hielo fue creando estructuras para poder ir mucho más deprisa.
El joven no iba a dejar a su amigo luchar solo. Una vez derrotado, se reagruparían para trazar un buen plan.
En el gremio de Fairy Tail, algo extraño ocurría, una rasgadura se había formado dejando a Makarov y al resto anonadados.
—¿Qué es eso?—preguntó el anciano.
De este emanó una figura conocida, cubierta con una capa y detrás suyas algo que todos pudieron reconocer perfectamente formando una sonrisa en todos y cada uno de ellos.
—No puede ser, ¿qué haces aquí?—el viejo no lo asimilaba.
—He venido a ayudar a mis viejos amigos—contestó.
La figura no era otra que...Mystogan...
Continuará...
Lamento la ausencia, espero que les haya gustado este capítulo :D
Un saludo.
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La lujuria de Titania-Natsu x Erza (Narza)
FanfictionPor mucho que se quiera reprimir, la naturaleza humana actuará en Erza quien deseará pasar más tiempo disfrutando del amor que de las misiones. Y lo hará con el chico con quien menos pensaba, el querido mago Natsu Dragneel. A Través de él, sentirá u...