Capítulo 11-Empieza el fin

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Estaban allí ya, parados frente a la puerta de la base del enemigo. Natsu intentó golpear la puerta usando la magia del dragon slayer en sus puños pero Erza lo detuvo antes de que arruinase el plan. Comprendía que estuviera emocionado, pero no podían dejarlo hacer.

—Gray, ya sabes que hacer—dijo ella.

Ante ellos se hallaba una muralla, la base era similar a una fortaleza y si todo iba según lo planeado, entrarían fácil y llegarían pronto hasta el enemigo. Gray usando su magia de hielo creó unas escaleras para poder subir por encima de la muralla. Les extrañó un poco que no hubiera guardias pero era mejor así.

—¿Preparados?—preguntó el mago de hielo.

Todos asintieron.

—Allá vamos.

El joven usando su magia creó una escalinata de hielo por el que todos fueron ascendiendo poco a poco, con cuidado de no hacer ruido. Tal vez nadie vigilaba la entrada porque nadie se atrevería a entrar allí viendo la fuerza de los enemigos. Erza fue en cabeza y se asomó lentamente para asegurarse de que no hubiera guardias. Estaba desierto, se habían dejado las cosas en las mesas y sillas, como si se hubieran evaporado o dejado lo que estaban haciendo.

—Vale, no hay nadie—dijo ella antes de saltar al interior del lugar.

Todos le fueron siguiendo uno a uno. Les pareció que les estaban tendiendo una trampa, que en cualquier momento saltarían para atacarlos. Pero no sucedió nada, simplemente no estaban o se encontraban en el interior.

—Bueno, mejor así—dijo Gray.

—Yo esperaba poder patear sus culos—gruñó Natsu.

—Natsu, recuerda nuestro objetivo—le dijo la maga celestial.

No muy lejos de ellos se encontraba la puerta de la fortaleza. Era enorme y alta, de color rojo y de aspecto de tener algún mecanismo mágico para poder entrar.

—Parece que no podemos entrar por aquí—comentó Levy examinando la cerradura con unas gafas especiales.

—Tiene magia, ¿no?—preguntó Lucy. Ella asintió.

—Así no vamos a poder entrar—maldijo Gray mirando la entrada—tiene que haber otra forma.


En el interior de la fortaleza, los subordinados que no eran más que aldeanos controlados, rezaban en una especie de capilla. Todos estaban con la mirada perdida mientras rezaban con sus manos entrelazadas. Delante suya había la figura de un pequeño monstruo. Y observados por el enemigo que había logrado derrotar a Natsu.

—Patéticos sirvientes—pensaba mientras miraba a través del cristal de la ventana antes de volver con su señor.

Este se encontraba en una sala parecido a la de los reyes, con un trono. La oscuridad envolvía su figura y no se podía ver nada más que la silueta y unos ojos claros.

—Mi señor, todo va acorde a lo que usted planeó—dijo.

—Lo sé. Necesito a esos para volver...a...—tosió un poco—necesito su vitalidad.

—Nuestros espías han captado a dos...nuevos indeseables—hizo aparecer una bola de cristal y le mostró a los dos que habían llegado a la isla.

Al ver a Mystogan casi se cae de su trono, maldijo enormemente y tuvo que ser ayudado a ponerse de nuevo en su asiento.

—¿Cómo demonios ha llegado aquí?

—La barrera...fue destruida...

—Esto...complica mucho las cosas...deshazte de él, Mystogan...no...debe...llegar aquí

—Mi señor...

—Hazlo...hazlo.

Este asintió mientras se apresuraba a salir de allí para hacer frente al mago que en esos momentos ya se estaba acercando a la fortaleza.

Y al igual que contra Natsu, apareció tras caer con un rayo hasta su posición.

—Ya tardaba en aparecer el perrito faldero—dijo Mystogan.

—Mi señor te quiere muerto

—Deja que yo me encargue de él—Gajeel dio unos pasos al frente.

—Tú debes ser compañero de ese Natsu

—Así es...

—Te daré una paliza al igual que a él.

Ambos adoptaron posturas de combate. Mystogan sólo miraba preocupado por Gajeel.


Volviendo con nuestros amigos, al ver el rayo, Natsu quiso ir a ver que sucedía porque quería la revancha, pero de nuevo fue parado por su novia.

—He notado el olor de Gajeel y...Mystogan—dijo sorprendida Wendy.

—Yo también—Natsu quería ir por eso.

—¿Mystogan?—se alertó el restro.

Pero Erza, volviendo en sí quería entrar a la fortaleza.

—Primero trataremos de entrar a este sitio—dijo—además, esos dos son fuertes.

—Y el enemigo también—se preocupó Levy por Gajeel.

—Estará bien—le tranquilizó Erza—sabe valerse.

De pronto, ante la extrañeza de los magos, la puerta se abrió hacia ellos que retrocedieron unos cuantos pasos. Los aldeanos fueron saliendo, pero estaban controlados por magia negra además de presentar un aspecto horripilante, habían sido modificados. Tenían un montón de brazos con armas, espadas encantadas y hasta podían volar.

—Que horror—la joven dragon slayer quiso echarse a llorar.

Todos se pusieron en guardia mientras la silueta que vigilaba todo desde su trono esbozaba una sonrisa. Deseaba tener su vitalidad para recuperar todo su poder, y necesitaba de los magos de Fairy Tail.

—Veamos si podéis contra ellos...—soltó una carcajada que resonó por toda la sala.

De haber estado alguien allí, se le hubiera helado la sangre.

Continuará...


La lujuria de Titania-Natsu x Erza (Narza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora