Seven Days.

Epílogo.

Al separarse se miraron.

- Yo...no quiero terminar contigo, sé que lo habíamos decidido y sé que es lo que quieres pero esta semana me dí cuenta de lo mucho que te amo y que está bien si me dices que no...solo...solo quiero que me des una oportunidad Ari, dame una oportunidad de demostrarte que te amo, que me haces muy feliz y no quiero alejarme de ti, de verdad no quiero.

Andrés lo abrazaba mientras decía todo eso y su voz se entrecortaba más y más entre cada palabra.

- Y-yo...Ay Andrés, te amo tanto.

Lo abrazó de vuelta.

- Creí que te habías hartado de mi, creí que lo mejor sería terminar y que tú fueras feliz con alguien más.

- Ya soy feliz contigo mi niño, perdón si te hice sentir así, jamás me cansaría de un chico tan lindo como lo eres tú.

Y ambos se miraron.

- Entonces...¿todo está bien?

- Está de maravilla, mi amor. Me di cuenta que te amo demasiado como para dejarte ir, una persona me dijo que el verdadero amor comienza después de los cuatro años y yo de verdad te amo.

Andrés sonrió y se ocultó en el pecho de Ari.

- Vayamos a tu casa, está haciendo frío y no quisiera que te resfriaras.

Asintió, tomó su mano y lo llevó de vuelta a casa. Entraron y no esperaron para unirse en un beso, uno que demostraba sus verdaderos sentimientos, el amor que sentía uno por el otro. Esa noche, la luna fue la única que pudo presenciar ese acto de amor tan sincero y puro, noche en la que ambos demostraron lo mucho que se amaban.

Aunque Andrés aún tenía la duda ¿Cuando comenzaba el verdadero amor? dejaría pasarlo, él era feliz con Ari y nadie podía hacerlo cambiar de opinión. Ese año los hizo dudar mucho de lo que verdaderamente sentían, creían que el otro no era lo que alguna vez se idealizaron, pero a pesar de todo, pudieron reforzar su relación y entender que no existe la persona ideal ni el "chico de tus sueños", el simple hecho de sentirse feliz con él, es suficiente.