Seven Days.

día dos.

"¡Vayamos a la feria!" fue lo que escuchó Ari al contestar la llamada de Andrés.

- Oh, vale, vayamos ¿paso por ti?

- Nop, yo llegaré a tu casa, estoy a diez minutos.

- Vale, pequeño.

Una pequeña chispa de calidez fue lo que sintió Andrés en su interior al escuchar esa palabra.

- Te veo después, Gonza.

- Bye.

Ari sonrió sin darse cuenta al escuchar la dulce voz de su contrario. Recordó su primera salida, casualmente también fue a la feria, ambos probaron juegos distintos y se la pasaron muy bien, esa cita fue la mejor de sus vidas.

Se arregló un poco, colocándose su típico perfume, el que le encantaba a su novio para después tomar lo más importante: llaves, celular y cartera.

Se sentó en el sofá a esperar a Andrés mientras miraba sus redes sociales, facebook específicamente. Esta misma app, le recordó una fotografía que había subido hace un año; su novio riendo mientras el atardecer se mostraba detrás de este "Mi novio es tan lindo, lo adoro <3".

Su timbre sonó, apagó su celular y fue a abrir la puerta.

- Hola Ari, ¿nos vamos?

- Claro, Andy.

[...]

Pasaron cerca de una cafetería, Andrés tenía hambre y se malhumoraba si no consumía algo.

- Extrañaré tus enojos cuando no encuentres comida.

- Ari, callate.

- Es la verdad.

- ¿No perderemos el contacto, verdad?

- Te llamaré pocas veces, realmente no quisiera ser amigo de mi ex pareja por...bueno, ya sabes lo que sucede.

- Entiendo, me pasa lo mismo.

Ambos se quedaron callados. No querían alejarse.

Un rato después, ambos estaban sentados en una de las tantas mesas, un tanto callados. Querían hablar pero no sabían qué decir.

ambos se miraron al mismo tiempo, se pusieron nerviosos al ver los ojos de su contrario que volvieron a bajar la mirada.

Una hora más tarde, ambos se encontraban en la feria, probando distintos juegos y comidas. Se sentían felices, se sentían bien estando con el otro.

- Ari, está comenzando a anochecer, es mejor que nos vayamos.

- Vale, iré a dejarte a tu casa.

- Preferiría quedarme en la tuya y ver algunas películas.

- Está bien, vamos.

Se tomaron de las manos y caminaron a casa de Gonzalo.

Extrañarían salir con el otro y terminar en casa de alguno mientras hacían cualquier cosa, porque todo era mejor estando juntos.