día siete.

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Andrés.

¡Vale, vale! Ayer besé a Ari, cantó nuestra canción favorita y en el hotel no paramos de besarnos. No quiero terminar con él, sonará egoísta, pero quiero que ese lindo chico esté siempre conmigo y con nadie más.

Estoy demasiado triste ¿saben? Me dí cuenta de lo mucho que amo a Gonzalo, que simplemente no puedo explicarlo. entendí que para ser una pareja no tenemos que ser completamente unidos o empalagosos, con que nos sintamos bien es más que suficiente. Pero...ahora es muy tarde, Ari ni siquiera ha hablado y lo noto muy serio.

Sí, vamos de camino a casa y no quiero llegar, no quiero romper con él y hacer como si nunca hubiera existido. Quiero que sea feliz pero ¿y yo?

Ari.

Las palabras de aquella mesera aún las repetía en mi mente, no quiero terminar con Andrés. Tal vez sea el vínculo que creamos o el amor que le tengo, pero no quiero alejarme de él. De sus labios, de sus abrazos y su voz.

¡Maldita sea, lo quiero conmigo y a la mierda eso de ser feliz!

Solo...no sé cómo hacerlo, él quiere terminar conmigo y no puedo impedirlo, me odio tanto.

Escuchábamos una canción en la radio mientras ambos íbamos callados, sumidos en nuestros pensamientos, volteé a verlo de reojo, sus ojos, labios, cabello, todo de él es precioso, no quiero alejarme de él pero si él lo quiere, entonces lo haré.

Estaba confundido, ¿lo amaba o sólo no quería que se alejara? Realmente las palabras de aquella mesera me dejaron muy pensativo. Y el besarlo ayer, sentir sus labios suaves y ver sus bellísimos ojos color miel me hizo darme cuenta de lo mucho que me gustaba ese chico.

Llegamos a mi casa, le daría algunas cosas suyas que se quedaron aquí, lo acompañaría a su casa y todo se acabaría, era lo que queríamos ¿no?

Decidimos ir a su casa a pie, de igual manera no se encontraba tan alejada.

N/A

Al llegar a casa de Andrés ninguno decía nada.

- ¿Sabes? Me la pasé muy bien contigo en la playa.

- Sip, igual yo je, je.

- Amm...

- Bueno, supongo que ya me voy.

Ari lo abrazó de una manera tan sobreprotectora.

- Ari...

- Lo siento Andrés, me dejé llevar.

Rio levemente y se separó.

- Cuídate ¿vale? sí te extrañaré un poquito, no te mentiré.

- Je, igual yo...

- Bien, gracias por todo Andy.

Besó su frente y se dio la vuelta, nuevamente, dos corazones se rompían.

Andrés cerró su puerta, pero se recargó en esta por casi dos minutos.

"Tengo que decirselo, tal vez tenga una oportunidad"

Se levantó del suelo, abrió la puerta y corrió tanto como sus piernas lo dejaban. Observó a Ari a lo lejos, caminando un tanto cabizbajo.

- ¡Ari!

El chico volteó y pudo visualizar a Andrés jadeando frente a él.

- ¿Olvidé algo?

- Ehh...yo...

Andrés lo tomó de las mejillas y lo acercó a sus labios, dándole un dulce y cariñoso beso que fue rápidamente correspondido. Sintió unas manos posarse en su cintura.

Seven Days.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora