Craig sabe que llevan largo tiempo en la habitación. El sol está por esconderse y Tweek sigue en un rincón, gruñendo y gritando de vez en cuando. A veces se acerca a Craig lo suficiente para atacarlo, pero no lo hace y luego se aleja rápidamente. Mientras que él sigue en la misma posición, observando, aun temeroso.
Es un sonido en la planta baja, que los alerta y hace que Craig reaccione finalmente ante la situación. Escucha murmullos y pasos, ve a Tweek que se calla al instante y se queda quieto en su lugar. Mira a Craig suplicante, sus ojos verdes están cristalinos. Y él simplemente se levanta y cierra la puerta de la habitación lentamente, no quiere que nadie dañe a Tweek, necesita entender qué pasa con él antes de que alguien más se inmiscuya. El rubio le observa y se lleva uno de sus libros a la boca para morderlo, quedándose quieto y en silencio. Ambos esperando que quien sea que esté en la planta baja se retire. Craig no quiere asustarse ni pensar en que Tweek lo irá a atacar, ya no lo hizo durante el tiempo en que estuvieron en la habitación.
Al rato dejan de escuchar ruidos. Tweek se sienta en el piso y comienza a temblar levemente, con el libro aun en su boca siendo mordido. Craig suspira algo más calmado. Tiene que hacer algo, no puede estar observando y esperando a que Tweek le ataque o haga algo más.
—¿Cariño? —Le llama, su voz tiembla. Tweek levanta la cabeza rápidamente y asiente, hay lágrimas en su cara que se mezclan con la sangre—. No sé qué se supone que haga ahora—. Dice finalmente.
Quiere llorar otra vez. Vuelve a suspirar, enfocándose. Sabe que Tweek no lo va a atacar, que lo reconoce, pero sigue siendo un zombie. Y Craig no sabe nada de zombies, aparte de lo que dicen en las películas. No se siente seguro del todo, pero esos ojos... sigue siendo su Tweek y no puede irse y dejarlo allí.
Y es tan fácil para Craig mirarlo a los ojos y decidir que van a ir juntos. Van a estar juntos, por siempre porque se lo prometió cuando tenían trece años luego de una tonta pelea que los mantuvo alejados unos días.
—Bebé, vamos a salir de aquí ¿sí? Vamos a ir con nuestros padres y ya veremos qué hacemos—le dice lentamente, acercándose poco a poco. Tweek asiente a cada palabra, completamente quieto.
Cuando lo tiene de frente, ya sin el pánico del inicio, sin las lágrimas, puedo ver mejor esos ojos verdes. Sus ojos llenos de confusión, de tristeza. El leve temblor de sus manos. Craig quiere abrazarlo, pero aún no se iba a arriesgar del todo, tenía qué saber bien los límites de Tweek antes de proceder con cualquier cosa.
—¿Puedo quitarte ese libro de la boca? —pregunta. Tweek niega rápidamente, gruñendo. Se quita el libro un segundo, lanza mordidas al aire y vuelve a morder el libro. Luego, ladea su cabeza, mirando a Craig, esperando—Bien, mejor así.—. Craig supone que morder el libro disuade sus instintos de querer morderlo a él.
Craig mira alrededor de la habitación buscando algo que lo ayude a tener alguna idea más. Su mente trabaja a mil por hora, pensando en cómo poder recorrer la ciudad junto a su novio sin que este fuera un peligro para él o el resto. El libro estaba bien, pero Craig sabía que necesitaba algo más elaborado para poner en su boca. Y también en sus manos, para evitar rasguños y así un contagio.
—Bien, quédate aquí. Voy a buscar algo para que puedas morder ¿Puedes buscar tus guantes cafés? —Tweek asintió. — Bien. Ya vengo.
Craig salió del cuarto y buscó rápidamente alrededor de la casa algo que sirviera para hacer una especie de bozal. En el cuarto de Richard Tweak encontró cinturones. Agarró el set de agujas, unas tijeras y volvió al cuarto donde Tweek ya traía puesto sus guantes y esperaba tranquilo.
—Voy a hacer un bozal con estos cinturones ¿sí? Tal vez encontremos algo mejor en el camino, por ahora servirá.
Estuvo un buen tiempo tratando de entretejer los cinturones, cortarlos para adaptarlo mejor y finalmente coserlos para que quedasen bien unidos. Un bozal simple que no le hiciera daño a Tweek, pero que no permitiera morder. La luz apenas entraba en la habitación cuando terminó, se sentía agotado (nunca había intentado realmente coser algo), pero estaba listo. Volvió a quitarle el libro de la boca y le puso el bozal. Cuatro tiras, dos debajo de la oreja y dos por sobre, una especie de mascarilla, pero que permitía circular el aire. Tweek posó sus manos enguantadas en ambas mejillas de Craig y acercó sus frentes.
—C-c-cr...ai-ig—Gruñó, intentando hablar. Craig lo abrazó finalmente, llorando.
En algún punto se durmió abrazando a Tweek. Las emociones habían sido demasiadas, el cansancio físico y emocional lo superó. Simplemente se relajó y se durmió.
🧟
estos capítulos son algo chiquitos, pero hay uno que 💀
(yo realmente agarré cinturones para ver si eRA POSIBLE ese tipo de bozal y sip!!)
gracias por leer <3
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Declive
FanfictionAU. Un ruido lo alerta, un gruñido bajo. Craig ve a Tweek en un rincón de la habitación, está escondido entre unas mantas. Está raramente quieto mientras sigue gruñendo.