Capítulo 6

157 25 1
                                    

Esperaron lo suficiente el amanecer. Ike comió y luego dejaron el lugar, dejando oculta sus cosas allí. Ike solo tomó su escopeta, que aprendió a usar con su madre biológica (y que luego le regaló en otros de sus intentos de que vuelva a Canadá). Fueron lentamente y rodeando el lugar, tratando de buscar la forma de observar la especie de campamento sin ser vistos. Ike no podía evitar sentir miedo. Lo único que lo mantenía en movimiento era el pensamiento de que si iba a morir en un apocalipsis zombie era mejor hacerlo mientras trataba de rescatar a un amigo. A su vez, Tweek se veía ansioso, sus ojos desorbitados a ratos y sus temblores continuos no ayudaban a la situación.

Con todo eso, podía entender la situación del rubio y su nerviosismo. Para Tweek, desde la muerte de su mamá, solo había sido Craig. Tricia siempre le contaba cómo Craig no permitió que la luz en los ojos de Tweek no se apagara. Ike a veces piensa en la suerte que tuvo Tweek de tener a la familia Tucker para contenerlo, sabe que Richard no es un buen padre, todo South Park sabe que no lo es.

Sin dejar de caminar, ambos se subieron a un techo y comenzaron a observar el campamento con cuidado de no ser vistos. No había mucha gente, vieron a un par arrastrar materiales a una especie de muro que recién estaba tomando forma. Podían ver a otros entrar y salir de las casas, pero no había rastro de Craig, ni Trent o Scott. Ike no saben cuánto tiempo estuvieron ahí esperando, pero cuando ya le había parecido una eternidad y el sol empezaba a molestarle decidió bajar.

—Tweek, vamos a buscar una horda de zombies, atraerlos al campamento y así tendrán que salir de las casas ¿qué dices? —Tweek asintió, tomó a Ike de los hombros y lo miró fijamente a los ojos, empujándole hacía atrás, escondiéndolo detrás de unos arbustos.

El rubio se apuntó a sí mismo y luego a otro lugar, así también apuntó a Ike y hacia el suelo. Luego comenzó a caminar lejos. Ike no trató de seguirlo, entendiendo que Tweek le decía que esperara.

El menor no tenía conciencia del paso del tiempo, pero sí que ya había pasado lo suficiente porque comenzaba a tener hambre y aún no había rastro de Tweek. Ya aburrido de esperar, volvió a subir al tejado y siguió sin divisar a Craig, por lo que comenzó a preocuparse, a pensar en que nuevamente se había quedado solo. Cuando estaba a punto de soltar unas lágrimas y lamentar la perdida de ambos chicos escuchó los gruñidos, algo lejanos a él, pero lo suficientemente cerca para saber que eran zombies irrumpiendo en el silencio. También escuchó pasos rápidos acercarse al lugar donde estaba. Se asomó, desde el techo y vio que era Tweek que le asintió con un pulgar arriba y subió junto a él, a esperar a que la gente de la calle comenzara a salir de las casas.

A los minutos los vieron, amontonándose en la calle, observando la horda de zombies que estaba cerca de su territorio. No lo suficientemente cerca para atacarlos, pero sí para alertarlos y que comenzaran a moverse por el lugar. Ike no sabía que hacían, pero de pronto la calle se llenó de gente y entre ellos estaban Scott y Trent. Tweek se paralizó al verlos y comenzó a gruñir, Ike trató de calmarlo entre tanto que buscaba a Craig con la mirada.

Mientras veían a todos moverse por el lugar, algunos con armas vigilando que los zombies no se acercaran tanto. Otros transportaban materiales al muro tratando de cerrar el paso. Trent junto a Scott discutían con un chico, el cual entró a una de las casas luego de eso. Craig no aparecía y eso comenzaba a preocupar a Ike, además los temblores de Tweek hacían peor la situación.

En algún momento, Tweek bajó e Ike no se dio cuenta hasta que lo vio junto al grupo de zombies que se acercaban más al campamento. Ahí comenzó al pánico y vio a todos correr, el poco orden que había se perdió. El chico que antes había entrado a la casa por orden de Scott y Trent se asomó otra vez a la calle. Ike no sabe qué fue lo que lo impulsó, pero de alguna forma algo le decía que tenía que estar al tanto de lo que sucedía con ese chico, Scott y Trent.

DecliveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora