14. Confrontación

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HyunWoo golpeó a HyungWon en la cara y este levantó el puño para devolverle el golpe; nada de que preocuparse de no ser porque HyungWon era como cincuenta veces más fuerte que HyunWoo. Le habría destrozado el rostro.

—¡HyungWon! —chillé—. ¡No te atrevas a golpearlo!
—Tienes muchísima suerte. —HyungWon fulminó a HyunWoo con la mirada y se limpió la sangre de la nariz.

—¡¿Qué diablos crees que estás haciendo?! —le gritó HyunWoo—. ¿Estás loco? ¡No tenías derecho a llevarlo a ninguna parte!
—¡Detente, HyunWoo! —exclamó ChangKyun—. Tienes que calmarte. Kihyun está bien.
El corazón se me paralizó cuando DaeJun y MinHyuk salieron de los asientos de atrás de la camioneta.

HyungWon tenía razón: ambos venían en mi rescate. De haber permanecido en Ondarike una hora más, DaeJun, MinHyuk, ChangKyun y HyunWoo estarían muertos.

—¡Lo dices como si hubiera sido idea mía! —le respondió HyungWon a HyunWoo a gritos—. Él es el Príncipe. ¡Dio una orden y yo obedecí!

—¡Tú no puedes aceptar sin más participar en una misión suicida! —gritó HyunWoo.
—¡No ha sido una misión suicida! —dije lo suficientemente alto para que me oyeran.
HyungWon y HyunWoo se hallaban frente al Cadillac, lanzándose miradas de odio; curiosamente, agradecía que HyungWon fuera mucho más fuerte que HyunWoo, porque de estar en igualdad de condiciones seguramente no se hubiera contenido y entonces habría comenzado una pelea tremenda.

—¿Te encuentras bien? —se interesó MinHyuk mientras caminaba hasta mí.
—¿Por qué se han detenido aquí? —preguntó DaeJun.
—Porque necesitaba aire fresco —dije—. Todo está bien. He conseguido que los Vitt se replieguen hasta que sea coronado rey. Ya no atacarán ninguna población.
—¿Y qué demonios has ofrecido a cambio? —inquirió HyunWoo; sólo entonces se volvió para mirarme y puso fin a su enfrentamiento visual con HyungWon.
—Eso no importa —dije—. Los detendremos antes de que tenga que cumplir mi parte del trato.

—Kihyun. —HyunWoo suspiró y sacudió la cabeza; luego se volvió para mirar a HyungWon de nuevo—. En cuanto a ti, markis, acabo de perder todo el respeto que te tenía.

—Kihyun iba a ir a Ondarike, lo acompañara o no —dijo HyungWon—. Pensé que sería mejor ir con el.

—¡No, el no hubiera ido! —gritó HyunWoo.
—¡Sí, sí que lo habría hecho! —afirmé—. De no ser así, los Vitt seguirían matando a nuestra gente. He obtenido más tiempo y eso salvará vidas. Ese es mi trabajo, HyunWoo: he hecho lo que era necesario y lo volvería a hacer.

—No tenías que actuar de esta forma —respondió.

—No importa —dije—. Ya está hecho. En fin, he tenido un día demasiado largo y sólo quiero volver a casa.

—Vamos, Kihyun. —MinHyuk me rodeó con el brazo.
—DaeJun, ¿te importaría regresar con HyungWon? —preguntó ChangKyun—. Quisiera hablar con mi esposo.

—No hay problema, por supuesto —asintió DaeJun.
MinHyuk me llevó hasta la camioneta y me volví para mirar a HyungWon por encima del hombro. Seguía parado en el camino, observando cómo me alejaba. Al fijarme en sus ojos se me partió el corazón, así que miré en otra dirección.

Subí a la camioneta y MinHyuk se sentó detrás de mí. HyunWoo se quedó fuera; parecía que tenía algo más que decirle a HyungWon, pero ChangKyun le indicó que volviera al vehículo. Seguía furioso cuando se subió y se sentó junto a MinHyuk; miraba iracundo por la ventanilla, sin dejar de mascullar cosas.

ChangKyun se quedó fuera un rato más para hablar con HyungWon; deseé poder leer sus labios.

—¿En qué estabas pensando, Kihyun? —preguntó HyunWoo, sin poder deshacerse del enfado que revelaba su voz.

3. The ascent - HYUNGKI -SHOWKI- CHANGKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora