21. Preparación

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Los rastreadores continuaban muy ocupados practicando sus movimientos en el salón; HyungWon estaba casi al frente, enseñándole a un jovencito cómo bloquear los ataques. Traté de no pensar en que ese rastreador era casi un niño, ni que en poco tiempo estaría luchando en una guerra.

—¡HyungWon! —grité para captar su atención.

HyungWon se volvió para mirarme sonriendo y dejó de prestarle atención al rastreador; este a su vez aprovechó la oportunidad para dar un paso adelante y golpearlo en la cara. No tenía tanta fuerza como para lastimarlo, pero aquello hizo que el rastreador se sintiera orgulloso, aunque también estaba atemorizado.

—Lo siento —dijo—. Pensé que seguíamos entrenando.

—Descuida. —HyungWon se frotó la mandíbula y le indicó al chico que fuera a practicar a otro lado—. Pero guarda tus buenos golpes para los duendes, ¿de acuerdo?

Sonreí apenado mientras HyungWon cruzaba el salón hasta donde me encontraba, cerca de la puerta. No pude ver a HyunWoo ni a TaeYong, pero sabía que tendrían que estar por ahí en algún lugar, practicando con los otros rastreadores.

—No era mi intención distraerte de esa forma y que el chico te tomara desprevenido.

—Estoy bien —aseguró HyungWon con una gran sonrisa, y salimos al pasillo para tener algo de privacidad —. ¿En qué puedo servirte, Kihyun?

—¿Puedo cortarte la cabeza? —pregunté.

—¿Me estás pidiendo permiso? —HyungWon ladeó un poco la cabeza y arqueó una ceja—. Porque en ese caso tendré que negarme a esta petición, Príncipe.

—No, me refiero a... ¿podría hacerlo? —reformulé—. Es decir, ¿sería posible? ¿Morirías si te decapitara?

—Por supuesto que moriría. —HyungWon puso una mano en la pared para apoyarse—. No soy una maldita cucaracha. ¿De qué va todo esto? ¿Qué estás tratando de averiguar?

—Si le cortara la cabeza a KangDae, ¿eso lo mataría? —interrogué.

—Es probable. Pero jamás lograrás acercarte a él lo suficiente para conseguirlo. —HyungWon apoyó su otra mano en la cadera y se me quedó mirando—. ¿Ese es tu plan? ¿Decapitar al rey?

—¿Tienes uno mejor? —repliqué.

—No, pero... —HyungWon suspiró—. Ya lo intenté y no funcionó. No es posible acercarse lo suficiente porque es demasiado fuerte y astuto.

—Tú no puedes acercarte lo suficiente —aclaré—. Pero no tienes las mismas habilidades que yo.

—Lo sé, pero tampoco puedo hipnotizarlo para que pierda la conciencia —dijo HyungWon—. Su mente es impenetrable. Ni siquiera tu madre pudo usar sus poderes contra él. —La mirada de HyungWon se retrajo cuando mencionó a mi madre—. Lo siento mucho, por cierto.

—No, no te disculpes. —Sacudí la cabeza y bajé la mirada—. No es culpa tuya.

—Quería verte, pero sabía que tenías demasiados asuntos que atender —dijo en voz baja—. Pensé que sería de más ayuda aquí, entrenando a los rastreadores.

—Acertaste —asentí.

—Pero de todas formas me siento como un imbécil —dijo. Noté que me contemplaba con detenimiento, pero no quise levantar la cabeza—. ¿Cómo llevas todo esto?

—Realmente no tengo tiempo para pensar en ello. —Volví a sacudir la cabeza para sacarme de la mente cualquier pensamiento sobre EunJi y me volví para mirarlo—. Necesito averiguar cómo detener a KangDae.

3. The ascent - HYUNGKI -SHOWKI- CHANGKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora