"Paris, la ciudad del amor.
¿Por qué se dice que es la ciudad del amor?
¿Porque fué el escenario de numerosas novelas y películas románticas?¿Solo por eso?
¿Solo en Paris se encuentra el amor? eso es totalmente falso, en t...
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Alejandro Garnacho ➤Toscana, Italia.
Estábamos en un restaurante donde nos encontrábamos sentados en una mesa para dos personas. Estábamos sentados junto a la ventana del restaurante que nos dejaba la vista hacia el afuera de este donde pasaba gente y nos sacaban fotos desde el otro lado del vidrio o ingresaban al local a pedirme fotos. Con Iara charlábamos de situaciones que me pasaron con algunos fanáticos.
-¿Y no es agobiante, tipo, no te sentís agobiado por los fans?-Pregunta ella.
-La verdad es que no, no es como si me sienta sofocado pero llega un punto en que tengo que decir basta y continuar con mi vida privada ¿entendés? porque no todo lo que haga si o sí tiene que ser público y que los demás tengan que opinar y decidir que está bien y que está mal en mi vida.-Digo y ella asiente con la cabeza mirándome atentamente.
-Si entiendo y está perfecto que quieras un respiro de todo eso del futbol.-Dice ella para después darle un sorbo a su bebida.
(...)
-¿Ya querés ir a comprar la ropa?-Ya habíamos terminado de comer.
-Si, enseguida vamos, pero esperarme un segundito que pido la cuenta.-Dice Iara para después levantarse de su asiento pero rápidamente agarro de su brazo con delicadeza para detenerla.-¿Qué pasa?-Me mira con un semblante confundido.
-Dejame que pague, por favor.-Le suplico.-Hoy hiciste el desayuno o sea que básicamente saliste temprano para ir a comprar y hacerlo.-Le doy una razón por la cual tendría que pagarlo yo.
-Pero...-La interrumpo antes de que se oponga.
-No es ninguna molestia para mí.-Digo.
-Pero yo invité y no es necesario que pagues todo, podemos dividirnos el gastos si es lo que querés.-Propone ella.
-Está bien -me rindo- Vamos a dividirnos los gastos.-Miro al suelo.
-Mi scusi(disculpe)-Llama al mesero.
-Sì. Come posso aiutarti, bella signora?(¿si?¿en que la puedo ayudar bella dama?)-Una vez que el mesero llegó pude notar como recorrió con la mirada el cuerpo de mi acompañante sin disimular en lo absoluto.
-Potrebbe portarci il conto? Per favore(¿podría traernos la cuenta? por favor)-Dice Iara con una sonrisa.
-Allora porterò(enseguida se la traigo)-Se retira para luego volver a escasos minutos de su ida.
-¿Y cuánto es?-Le pregunto.
-Veinticuatro euritos.-Dice para dirigir su mano a la riñonera pero rápidamente saco el dinero de mi bolsillo y se lo entrego al mozo. Justo eran veinticuatro euros.
-¡Alejandro!-Me reclama pero en un tono bajo.
-¿Qué?-Me hago el desentendido.
-Dijimos que nos íbamos a repartir la cuenta.-Se queja.