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Iara Tarlazzi ➤Venecia, Italia

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Iara Tarlazzi
Venecia, Italia.

-Iara, vieni! (¡iara, ven!)- Gritó Michele Terruzzi, mi entrenador.
Me acerque a él mientras tomaba de mi botella con agua.

-è accaduto qualcosa? Ho fatto qualcosa di male? (¿pasó algo?¿Hice algo mal?) - Pregunté con cierta preocupación y con la respiración acelerada por el entrenamiento.

-Non segnate bene l'esterno, se volete che venga bene e perfetto, è l'unica cosa che dovete fare, non vi si chiede altro.(No marcas bien el externo, si quieres que te salga bien y perfecto es lo único que tienes que hacer, no se te pide nada más)- Me dijo con un semblante serio y que sin mentir me dió cierto miedo.

-Mi dispiace, ma sto segnando quello esterno eppure non esce. (Lo siento, pero estoy marcando el externo y todavía no sale.)- Dije todavía con la respiración entrecortada.

-Non stai segnando niente! Come ti ho detto, se vuoi che esca, fai quello che ti dico, punto. (¡No estás haciendo nada! como te dije, si quieres que salga, haz lo que te digo y punto.)-Soltó un suspiro con cierta decepción.-Puoi andare ora Iara. (puedes irte ahora Iara)-Dijo dándose la vuelta.

-Grazie.(gracias)-Dije mientras me iba a sacar los patines.

Me senté y empecé a desatar los cordones de la bota del patín con algunas lágrimas en mis ojos y una vez guardados los patines me puse las zapatillas Converse negras que había traído, me puse un buzo negro holgado y me colgué el bolso de los patines por encima de mi hombro derecho. Salí del establecimiento para dirigirme a mi departamento y así descansar, un poco por lo menos.
Los entrenamiento son muy duros y eso que no estamos en temporada de mundial lo único que necesito es un descanzo urgente, unas vacaciones. Si no es ahora, nunca se me van a poder dar.
El giro que últimamente no me sale, era mi arma secreta para todos mis shows y presentaciones, sin embargo, nada me sale y es mucho más frustrante de lo que parece. Me siento una carga y siento que tengo encima mío un peso que no tendría por qué llevarlo yo. Mi entrenador es más que agobiante, no me deja ni respirar; el descanzo no dura más de media hora y eso que me tiene entrenando desde primera hora del día hasta cuando baja el sol y así todos los días. Prácticamente paso todo el día fuera de casa y por algo necesito un descanzo urgentemente.

(...)

Tuve que tomar un Vaporetto en la estación del Ferrovia que me llevo por el Gran Canal hasta la Plaza de San Marcos. Camine por ahí, rodeada de gente que la gran mayoría parecían ser turistas admirando los alrededores de Venecia al igual que yo. Nací en Italia y vivo acá desde que tengo uso de razón, pero cada día me enamoro más de mi País.

Amore in Italia // Alejandro GarnachoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora