"Paris, la ciudad del amor.
¿Por qué se dice que es la ciudad del amor?
¿Porque fué el escenario de numerosas novelas y películas románticas?¿Solo por eso?
¿Solo en Paris se encuentra el amor? eso es totalmente falso, en t...
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Iara Tarlazzi
➤Toscana , Italia
Luego de toda esa situación con Alejandro no sabía que hacer, estaba tan ansiosa que mis manos temblaban de manera leve. Nunca en mi vida se me había presentado una situación similar con un chico. Al llegar a mi habitación decidí mandarle un mensaje a mis amigos para pedirles un concejo.
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chat grupal "El Trío de Oro" Luly, Dann
"Tú" |20:37|
AYUDAAAAAAAAA! Tengo un problemaa.✓✓
"Luly" |20:38| Che strano che parli in spagnolo.✓✓
(Que raro que hables en español.)
"Dann" |20:38| No importa, es mejor para mí que sino después me cuesta entender.✓✓ |20:39| ¿Qué te pasó nenaa?.✓✓
"Tú" |20:39|
Pasa que, no les conté pero estoy conviviendo en la misma casa que un jugador de Fútbol.✓✓
"Luly" |20:40| Cómo?????.✓✓
"Dann" |20:40| En que momentoooooo??✓✓ |20:40|
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"Tú" |20:41|
Le pedí a Michele unas vacaciones que me las cedió.✓✓ |20:41|
Básicamente le pedí medio año de vacaciones porque ya estaba cansada y sorprendentemente me dijo que no había ningún problema y que si necesitaba mas tiempo que le avisara.✓✓
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Antes de poder seguir escribiendo y contarle a mis amigos lo que estoy viviendo después de que se fueron de Italia, escuché un fuerte golpe en la sala de abajo, donde se suponía que estaba la cocina.
Salí del grupo de WhatsApp y prendí la linterna del celular porque al salir de la habitación iba a estar todo oscuro y no podía prender todas las luces porque no sabia bien que o quién era lo que se encontraba allá abajo. A pasos lentos me dirigía hacia la cocina, por la puerta salía la luz que daba a entender que estaba prendida y se reflejaba una sombra, apagué la linterna de mi celular y con miedo me asomé por la puerta para ver quien estaba ahí adentro.
Me sorprendió ver a Alejandro quien se encontraba viendo algo desde su celular mientras entre sus manos sostenía un cuenco y una cuchara.
-¿Qué estás haciendo?-Pregunto y al escuchar mi voz se sobresalta y rápidamente me mira.
-Menudo susto me has dado.-Dice mientras una de sus manos se dirige hacia su pecho.
Sonrío apenada.-Perdón, mi intención no era asustarte, pero escuché un ruido y quería ver que era.-mi mirada se dirigía al mármol de la isla de la cocina, mientras recordaba lo que hace minutos había pasado.-¿Qué haces?-Me digné a mirarlo.
-Unas Cookies.-Dice mientras sonríe y me muestra el cuenco con la mezcla de las galletas. Sonrío al escuchar como dice "Cookies".- ¿Me quieres ayudar?-Propone.
-Claro, ¿Qué tengo que hacer?-Pregunto mientras me lavo las manos y luego miro su teléfono donde tenía la receta.
(...)
Durante unos minutos estuvimos cocinando lo mas bien, hasta que a Alejandro se le ocurre la maravillosa idea de tirarme un poco de harina y ahí fue donde las galletas o como les dice él, las Cookies no se pudieron terminar porque toda la mezcla se cayó al suelo.
-Mirá lo que hiciste, tiraste todo.-Le reclamo a Alejandro.
-¿Sólo yo?-Me mira indignado.- Yo solo te tiré un poquito de harina.- Y se ríe.
-Y terminamos los dos llenos de harina por tu culpa ahora.-Digo con enojo mientras una risa se me escapa que alivia la situación.-Me voy a lavar, ahora vuelvo.
-Muy lejos no me voy a poder ir así que acá te espero.-Me dice mientras limpiaba el desastre que había en el piso de la cocina.
Al llegar al baño me doy cuenta que estoy llena de harina hasta en el pelo, como si me hubieran hecho una huevada a mis quince años. Decido tomar una ducha rápida así no le dejaba toda la mugre a Garnacho.
Me lavo la cara para sacar el harina que había en mis pestañas. luego deshago el rodete que tenía hecho hace unos segundos, un poco desordenado. Me desvisto y entro a la ducha. Dije que iba a ser una ducha rápida pero estuve unos treinta minutos bajo el agua.
Cuando salgo del baño y me dispongo a ir a la cocina, me encuentro con Alejandro extendiendo el repasador en la bacha de la cocina, y una cocina reluciente.
-Perdón que tarde, pero tenía harina hasta en el pelo y no me la podía sacar más.-Digo apenada.- Te dejé todo el desorden a vos.
-No importa.-Dice mientras me regala una sonrisa.-Por cierto, te llamaron como cinco veces y en una tuve que contestar porque ya cansaba, creo que dijo que se llamaba Dante, tu novio.
Me quedé perpleja.
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