Tanatar

144 7 6
                                    


Pasó un tiempo desde tu encuentro con Azog a las afueras de las Montañas Nubladas y ahora estás descansando, junto a la compañía, la cual se pregunta qué iban a hacer ahora y queja de que viene una tormenta.

- Hay una casa cerca de aquí- empieza a hablar Gandalf y te tensas, acción que no pasa desapercibida por el mago gris.

- ¿Casa de quién? ¿Amigo o Enemigo?- le pregunta Thorin.

Gandalf vuelve a mirarte por unos segundos y vuelve su mirada al enano

- Amigo- le responde.

Pasa lo poco que queda del día, ha caído la noche, todos se fueron a dormir, sin embargo no puedes dormir, muchos recuerdos invaden tu mente al cerrar los ojos, los hermosos, divertidos, los horribles y dolorosos. Esto hace que empieces a llorar en silencio por un rato.

Intentas calmarte y decides hacer un mini paseo. Así que te colocas una bata, prendes el farol y sales de tu habitación. No te diste cuenta de que despertaste a un enano con la luz del farol, hasta minutos más tarde.

- Te recomiendo que no pises el agua- le dices al enano que se encuentra detrás tuyo. Este da un paso hacia atrás, no se había percatado del estanque de agua frente suyo, está muy oscuro.

- ¿Cómo sabias que te estaba siguiendo?- te pregunta Thorin mirandote

- Por el sonido de tus pisadas y por el mero hecho de que eres el único que desconfía a tal punto de seguirme hasta un lugar sagrado para mi raza- dices sin darte la vuelta- supongo que alguna vez haz oído de los Tanatar, una raza de guerreros muy fuertes, los más fuertes de la Tierra Media- sigues hablando sin esperar respuesta- Pues yo soy la última de ellos. Hace unos años mi familia fue masacrada por Azog y sus secuaces, mi madre no pudo defenderse al estar embarazada, a mi padre y hermano mayor, los superaron en número- en tu voz se nota la tristeza que portas. No te moviste del lugar y seguiste mirando lo que tienes frente tuyo, iluminado levemente por la luz del farol- por mi parte no pude hacer nada, tenía y sigo teniendo el entrenamiento incompleto- la impotencia se apodera de ti, por lo que decides cambiar de tema- en este lugar se tallan naturalmente los nombres de los recién nacidos de mi pueblo- comentas, tocando suavemente tu nombre, con las yemas de los dedos- y a su lado el nombre de la persona la cual es su alma gemela, la persona con la cual está destinada a pasar el resto de su vida, si es que ellos los desean- ahora tus yemas tocan el nombre que está al lado del tuyo, con cierta molestia. 

Estuviste un rato en un incómodo silencio, lo único que se escucha es la respiración de Thorin

- Sabes tienes razón, siempre tuviste razón, soy débil, tanto emocional como físicamente- empiezas a hablar sin moverte, sigues dándole la espalda y sin esperar respuesta- no tengo un corazón fuerte, soy sensible. Actuó como si fuera fuerte para protegerme, pero en el fondo soy un cachorro indefenso y solitario, sin hogar, que quiere pertenecer a un lugar, que lo abracen y le den cariño- por tu mejilla corre una lágrima amarga, seguida de otra- que quiere un hogar y en este resguardarse del frío, de la maldad y soledad- Thorin no tiene palabras, no solo por lo que ha escuchado, sino porque te has abierto tus murallas a él, el último ser vivo al cual le contarías lo que te pasa. Tras esto se dio cuenta que tienen muchas cosas en común.

Mientras tanto respiras más aliviada por poder liberarte, aunque fuera con él, sin embargo empiezas a llorar desconsoladamente, cayendo de rodillas al agua. Decir lo que está dentro tuyo, hizo más real todo, la soledad que sientes, todo. Por primera vez desde hace mucho tiempo te muestras débil frente a alguien. Luego de un lapso corto de tiempo,te calmas y limpias el rostro con el agua del estanque, agarras el farol y sales del estanque, con el objetivo de salir de la habitación, sin embargo al pasar por al lado de Thorin te detienes

Mundos MixtosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora