Mente 2.0

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- Te largas de mi vista, asquerosa rata- te dice con desprecio Thorin- ¡AHORA!- esperas unos segundos para escuchar lo contrario en la mente de Thorin, pero no sucede. En su mente están las mismas palabras que dijo. El oro le corrompe la mente. Tu, con dolor, en el corazón corres lejos de él, mientras escuchas a Thorin gritar- Eso corre, corre como la rata que eres- "piensa lo contrario, piensa lo contrario, por favor" dices para ti, pero tampoco pasa.
Pasan los días y llega la batalla dio final. Todos los enanos y Bilbo te buscan con desesperación. Incluso Thandruil ayuda en la búsqueda, y él es quien te encuentra. Te toma en brazos con pena te lleva con los enanos
- No- dice Thorin al verte inmovil y pálida en los brazos del elfo- dime que no- Thranduil se acerca y le pasa tu cuerpo al enano.
- Lo lamento- el rey elfo se retira dejando al grupo en paz
Thorin cae de rodillas con tu cuerpo y mira tu rostro sucio y pacífico. Observa que de cada ojo sale un línea blanca, indicando que habías llorando antes de morir
- Despierta y dime lo que estoy pensando- el monarca quiere creer que es mentira, todos quieren que sea mentira. No hubo respuesta, ni reacción. Kili y Fili pusieron sus manos en los hombros de su tío- Lo lamento- Thorin toma tu mano- lamento como te trate, lamento no haberte protegido- lágrimas caen por su mejilla- lamento todo- te da un corto beso en los labios y te toma al estilo princesa para llevarte dentro de Erebor. Sus compatriotas van detrás, en silencio. Los elfos y humanos se colocaron a los costados para que Thorin pudiera pasar.
Pasaron los meses y los enanos de Ered Luin arribaron a Erebor. La esposa de Gloin corre hacia su encuentro junto a Gimli. Dis abraza a sus hijos y al no ver a querido hermano pregunta por él.
- Será mejor que por ahora lo dejes solo- le dice su hijo mayor.
Thorin se encuentra en tu tumba, sin ser capaz de sonreír, siquiera mostrar alguna emoción en su rostro. En silencio pasa las yemas de sus dedos por la fría roca, la cual lleva tu nombre.
- Te extraño- te dice mientras deja una rosa al lado de la lápida- de nuevo lamento no haberte protegido como debía- sus ojos se humedecen y de ellos caen lágrimas silenciosas- lamento no haberte dicho lo que siento en palabras, en hechos- hace silencio unos segundos- ojalá no hubiera sido tan ciego y estúpido. Deseo más que nunca poder tenerte entre mis brazos- se queda en silencio sin saber qué más decir. Se levanta y camina lentamente hacia la entrada.
Dis al ver a su hermano mayor en ese estado le preocupa. Está pálido, con ojeras, sin emoción o energía.
- Hermano querido- su hermana lo abraza y a este sin proponérselo se le llevan los ojos de lágrimas y empieza a sollozar. No lo iba a admitir, pero necesitaba ese abrazo.
A la noche un gran estruendo se hizo escuchar en el interior de la montaña, asustando y alertando a todo Erebor. Temen un nuevo ataque de dragón. Pero no vieron nada, ni sintieron nada más.
Thorin ya se ha despertado y no se va a dormir de nuevo, así que decide dar un paseo y va hasta tu tumba.
Su alma se cae a pedazos al ver que tu lápida está rota y con un gran agujero. Se siente inútil  ni siquiera pudo proteger tu lápida.
- No eres un inútil- tu voz lo asusta. Gira su cuerpo para enfrentarte
- ¿Cómo….?- no puede encontrar palabras que salieran de su boca todas están hechas una pelota en su mente.
- No lo sé. Hablé con un hombre y cuando me quise dar cuenta ya podía salir de ahí adentro- señalas el agujero.
- Yo ...- Thorin de nuevo no puede hablar. Tu lees su mente y sonríes para ti, no piensas decir nada, quieres que él lo diga- lo lamento, lamento todo. Como te trate, como no te protegí, no merezco tu perdón- "pero lo deseo" escuchas sus pensamientos. Te acercas a él y le hablas suavemente
- Thorin habla con tu corazón, di lo que sientes, lo que deseas. Quiero que digas lo que realmente piensas- el enano levanta tu mirada y la une con la tuya- no quiero que ocultes nada, sabes que conmigo no puedes 
- Quiero tu perdón, no quiero tu rechazo. Deseo que estés a mi lado apoyándome como lo hiciste antes. Te necesito a mi lado. Me haces feliz. Reina junto a mí- confesa el monarca
- Tienes mi perdón- le acaricias su mejilla- siempre voy a estar a tu lado apoyándote y escuchando, tanto con el oído como con la mente. También me haces feliz y seré tu reina- Thorin sin poder controlarlo se pone a llorar. Muchas emociones de una vez y se le hizo muy grande. Tu escuchas sus pensamientos y te duele un poco la cabeza, muchos pensamientos y de distintas emociones a la vez.
- Tranquilo- lo rodeas con tus brazos y lo refugias en tu pecho y ambos caen de rodillas- ya no estas solo, estoy aquí- sientes sus brazos rodearte y poco a poco el monarca se va calmando- ven vamos, necesitas descansar estas demacrado- el hombre no dice nada- Si, si ya se apesto- ruedas tus ojos.
Tomas un buena ducha que no sabías que necesitabas. Al instante que el agua toca tu cuerpo fue hermoso.
Te pones nerviosa al escuchar  los pensamientos del enano, quien te había prestado una de sus remeras.
- Thorin, basta- le pides y él tarda unos segundos en darse cuenta
- Pero si no…oh- ahí es cuando se da cuenta- lo siento- se avergüenza- te queda bien.
- Bien grande, siento que tengo una cortina encima- logras hacer reír al enano, te subes a la cama y te arrodillas a su lado- tienes una risa muy linda, deberías reír más seguido.
- Solo río para ti, mi amada- se arrodilla frente tuyo y te toma de la cintura- no puedo creer que estás aquí. Tantos meses sufriendo y ahora aquí estás- pones tus manos en su pecho y le sonríes
- Tampoco lo creo. Ya no vas a sufrir más, no mientras esté a tu lado. Quiero que seas feliz, te lo mereces.
- Gracias, amrâlimê- lentamente se acerca tu rostro, a tal punto que sus respiraciones se mezclan, indeciso de besarte. Tiene miedo de abrir los ojos y que estés pálida, fría e inmovil.
- Puedes besarme- dices con la respiración agitada por la cercanía- no tengas miedo- esas palabras fueron la ayuda que necesito para poder unir sus labios con los tuyos.
Ese beso fue para ambos una necesidad, un objetivo a cumplir. Sentían que sus labios estaban hechos el uno para el otro. Se sincronizan a la perfección, siempre buscándose, saboreando. Pero algo les impide ser unidos, la falta de aire.
- No sabía cuánto necesitaba esto- dices aún muy cerca de su rostro.
- Yo cuando lo anhelaba- con sus manos en tu nuca vuelve a un ambos labios, pero en un dulce, suave y corto beso.
Se duermen y si no fuera por un golpe en la puerta seguirían durmiendo. Thorin estaba muy cansado y gracias a ti pudo dormir bien.
- Buenos días, preciosa- el enano te pone un mechón de pelo detrás de la oreja
- Buen día- le sonries.
Se quedan unos minutos más, disfrutando del momento. Estan a gusto en la cama, ambos calentitos y cómodos y juntos. Pero su estómago ya ruega por comida.
Se cambian y bajan a comer algo. Todos sorprendidos al ver a su rey tomado de la mano de una mujer que nunca habían visto antes o si te habían visto, pero siendo enterrada.
Caminaron ignorando todas esas miradas, solo se detuvieron al ver a un grupo de enanos con los ojos abiertos y con lágrimas a punto de salir
- No se queden ahí parados- abres los brazos para recibirlos. Ellos sin pensarlo corrieron hacia ti. No había un día en el que no te extrañaran. No tan seguido como Thorin  pero te visitaban.
- ¿Cómo es que…?- te pregunta Dori
- No lo sé, pero no importa. Estoy con ustedes, con él- miras a tu hombre y entrelazas los dedos- y eso es lo que me importa.
- ¿Te podemos llamar tía?- dice Kili con ilusión y tu con una sonrisa asientes
- Hermano ¿que sucede?- aparece Dis y Thorin no duda en presentarte.
Erebor empieza a estar más alegre, se organiza una gran fiesta y banquete debido a la gran victoria y a la llegada de los demás.
Hay comida, cerveza por doquier, enanos festejando, cantando, divirtiéndose, jugando, peleando amistosamente.
- Querido pueblo- el rey alza la voz para que le presten atención- en el día de hoy hay mucho que festejar. Recuperamos nuestro hogar, recuperamos nuestra identidad- se escucha una gran ovación y Thorin levanta su mano para que hagan silencio. Una vez lo logra no dice nada para pensar las palabras correctas, mientras tu haces fuerza para no leer su mente, quieres que sea sorpresa, sabe que se trata de ti- Recuperamos nuestro hogar. Nuestras vidas. Pero al mismo tiempo algo nos fue arrebatado aquel día. Desde aquel atardecer la luz del sol murió con el último suspiro de aquella flor que nos robaron- su mirada se posa en ti- los dias, la luz, no fue la misma sobre estas tierras, pero los largos días fríos y oscuros se desvanecen ante la luz de la más preciosa joya que hoy nos ha sido devuelta, nuestra Reina- te extiende la mano y tu la tomas- larga vida a la reina- en pueblo de Erebor se inclina ante ti mientras recitan las palabras de Thorin.
- Me alegra saber que tengo su apoyo a pesar de que todo sucedió muy repentinamente. Quizás no sepa mucho sobre sus culturas y costumbres, pero quiero aprenderlas y ayudar de la mejor manera posible. Significan mucho para Thorin por ende significan mucho para mí- recibes apoyo de los enanos- larga vida al rey- sucede lo mismo que contigo.
- Hermosas palabras, mi reina- te dice Thorin cuando te sientas a su lado
- Gracias- le das un beso en la mejilla- te amo
- Te amo.
Festejaron hasta altas horas de la noche. Muchos ya estaban inconscientes en el suelo, otros insultando a una pobre pared y otros siguen en competencias de quien bebe más. Mientras que tu dejaste de tomar la tercera pinta, no quieres emborracharte, quieres recordar este momento. A pesar de que es un buen motivo para emborracharse, tu lo prefieres así.
Estas bailando junto a lo demás te sientes desinhibida y eso te gusta.
Sientes una fuerte mano en tu cadera, giras y te encuentras con la sonrisa más hermosa que viste
- ¿Me harías el honor?- Thorin te extiende su mano para que la tomes y puedan bailar.
Será un placer- tomas su mano y empiezan a bailar al son de la música.
No pueden explicar lo felices que eran y lo que están disfrutando de aquel momento.
Todo el mundo que vio a Thorin durante todos estos años, durante estos meses, se alegran de poder ver a su Rey sonriendo y con energía. En especial su allegados.
Te duelen los pies pero intentas ignorarlo, quieres seguir divirtiéndote y bailando junto a tu hombre y a tus amigos.
- Wo- dices sorprendida al dejar se sentir el suelo y sentir los fuertes brazos de Thorin levantarte.
- Así puedes seguir bailando sin que se te cansen los pies- le sonríes y te dejas llevar por el enano.
Siguen bailando y festejando hasta que todo mundo se fue a dormir, sin importar que faltarán tan solo 3 horas para que salga el sol.
Tu y Thorin van a su habitación, se ponen la ropa para dormir y se meten en la cama.
- Creo que nunca la pase tan bien como hoy- le dices mientras tienes tus manos en su pecho y lo miras con una gran sonrisa
- Yo tampoco- te pone un mechón de pelo detrás de la oreja- he tenido muchas fiestas en la que la pasé muy bien, no lo voy a negar, pero en ninguna estuvo mi única, o sea tú.
- Awww, eres muy tierno cuando quieres- él como respuesta te da un pequeño golpe.
- Solo soy así contigo- te da un beso en la nariz.
Me gusta- unes los labios en un corto beso.
Se desean las buenas noches y se van a dormir, abrazados, sintiendo el calor del otro. Sin embargo a la hora y media te despiertas debido a una pesadilla, de cuando moriste. Fue muy real, pudiste sentir de nuevo la espada atravesar tu cuerpo y todavía la sentías aún despierta.
Thorin dormía todavía a tu lado, sin percatarse de que te despertaste.
Te sentaste y llevas tu mano a donde tuviste la herida mortal, y apretaste el camisón intentando recuperar la respiración. En eso sientes una sacudida en la cama, miraste unos segundos a Thorin y regresas tu mirada al frente.
- ¿Pesadilla?
- Si- se sienta a tu lado y te acaricia la espalda- ¿tú también?
- Sip, de cuando morí. Fue como si hubiera sucedido de nuevo, aún siento la espada atravesar mi piel- aprietas más el camisón
- Te entiendo- te acaricia la espalda y te atrae hacia él- yo sentí que te perdí de nuevo. Soñé con el día de tu muerte y lo sentí tan real- suspiras y apoyas tu cabeza en su hombro.
- Ese día, mientras agonizaba, realmente me sentí sola- tomas la mano de Thorin y juegas con sus dedos- mi corazón me hacía creer que alguno aparecería para salvarme. Cuando claramente no iba a pasar, estaba lejos y ninguno sabía dónde estaba
- Lo siento tanto- te abraza- si tan solo no hubiera caído en la enfermedad de mi abuelo, no te hubiera tratado como lo hice y hubiéramos podido pelear juntos, donde estarías cerca para protegerte- te separas de él y lo miras, a pesar de no poder ver bien sus ojos.
- Ya pasó, estoy aquí contigo. Ya no pienses en eso. Se que todavía parece un sueño, para mí también lo es. Pero hay que avanzar y mirar hacia el futuro, nuestro futuro.
- Gracias, ghivashel- entrelaza ambas manos
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Al volver a la vida quisiste hacer un montón de cosas y aunque estuvieras cansada, no parabas y eso a Thorin no le gusta, y te lo dice, sin embargo no le haces caso y terminas discutiendo.
- ¡Ya descansé 6 meses!- le dices molesta. Pero inmediatamente, al ver el cambio en el semblante de tu prometido, te arrepientes de haberlo dicho- lo lamento- te acercas y tomas su mano- iré a descansar- le besas la mejillas y te encaminas hacia la habitación.

Durante el día se hablan lo justo y necesario, no lo quieres molestar debido a que está ocupado con sus deberes como Rey y además temes que no quiera verte. Sin embargo llega la cena y tienes que verlo. Es un tanto incómoda, Thorin sigue un poco molesto por lo que dijiste y no dijo palabra a no ser que le preguntaran algo en concreto.
No sé dicen nada, apenas se miran. Tu lo miras cuando no te ve, con tristeza.
Te duele que fuera así, pero entiendes el por qué, sufrió durante seis meses por tu muerte y no le sentó bien que le dijeras eso.
- Come algo- fue lo único que te dijo al ver que comes poco.
Tu sonríes un poco, a pesar de lo que pasó, él se preocupa por ti. No dices nada y comes, quieres esperar a que estés solo para hablar
- Lo lamento- dices cabizbaja- no tuve en cuenta tus sentimientos al decir lo que dije sin pensar. Te quiero y nunca te lastimaria.
- Pero lo hiciste.
- No a propósito, nunca lo haría a propósito. Quiero que me vuelvas a sonreír- escuchan un gran suspiro por parte de Thorin
- Se que no lo harías a propósito- te mira y toma tus manos entre las suyas- no quiero que pienses que te deje de amar por esto. Puedo comprender como te sientes, pero también deberías comprender cómo me siento yo
- Lo sé y lo siento- lo miras con lágrimas en los ojos. Él lleva su mano hacia tu mejilla y limpia tus lágrimas y te sonríe- gracias- también sonríes
- De nada, amrâlimê- acerca tu silla a la suya y te abraza- gracias a ti por entender- sonríe al sentir tus brazos rodeándolo.
- De nada, y de nuevo perdón- sabes que es innecesario, pero lo necesitas, necesitas saber que escuchas tus disculpas. Lo hiciste sufrir y eso no te lo perdonarás.

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