después de unos minutos de charla apresurada con rosita, lisandro siguió a cristian al garage, donde el morocho tomó los dos cascos con total naturalidad.
- cristian, ni empedo me vuelvo a subir a esa moto con vos, me vas a matar - exageró lisandro cruzado de brazos.
- dale, li - cristian le tendía uno de los cascos y lo miraba con una sonrisa - voy a ir despacito. te juro que si voy rápido te dejo que me hagas lo que quieras.
probablemente cristian en realidad se refería a algo así como que le daba pase libre a cagarlo a trompadas, pero por su tono de voz se entendió más bien como un chamuyo. lisandro se puso colorado hasta las orejas y tomó el casco murmurando cosas ininteligibles.
el camino al antro fue, a pesar se la promesa que cristian había hecho, una experiencia digna de causa de infarto. el conductor se excusaba con que estaban llegando tarde y debían apurarse lo más posible. pero lo que lisandro no sabía era que a romero le gustaba mucho sentir como sus brazos apretaban la cintura contraria cada vez que aceleraba de más.
esta vez cuando llegaron al lugar y se bajaron de la moto, lisandro se limitó a mirar mal a cristian. este le regalaba una sonrisa radiante como símbolo de paz, y el rubio no pudo mantenerse enojado por mucho más tiempo.
cuando entraron al lugar que estaba casi vacío, ya que recién eran las nueve y media de la noche, se encontraron con enzo y otamendi cargando con los tambores de la batería de cristian para poder armarla.
- cristian, la concha de tu madre - le gritó nicolás - otra vez llegando tarde.
cristian era muy impuntual a veces, y casi siempre se encontraba con sus amigos armando la batería cuando él llegaba al lugar. siempre se disculpaba y los ayudaba, prometiendo que la próxima llegaría a tiempo. por supuesto, eso nunca pasaba.
lisandro seguía a cristian al escenario ya que no sabía que más hacer, solo habían dos personas sentadas en una mesa alejada de ellos y los chicos de la banda armando las cosas sobre el escenario. allí, cruzó miradas con otamendi, quien le sonrió y le guiñó el ojo. lisandro sintió un escalofrío recorrer su cuerpo a causa del disgusto. no era que el bajista sea feo, al contrario, pero se arrepentía de lo que había pasado entre ellos y le daba algo de vergüenza verlo.
cristian, no tan ajeno a la situación, le pidió que lo ayudara a armar la batería y lisandro obedeció. seguía sus órdenes mientras hacía todo con suma precaución, procurando que todo quedara en su lugar. cristian le lanzaba miradas de vez en cuando, solo para tener un vistazo de un lisandro muy concentrado frunciendo el ceño.
después de un rato armando el instrumento, entre risitas y roces no tan accidentales, el lugar se empezó a llenar de gente y, por lo tanto, de bullicio. el ruido de la música sumado a las charlas y risas de fondo obligaban a cristian a hablar en la oreja de lisandro para que pueda escucharlo propiamente, y viceversa. ambos bajaron hombro con hombro del escenario en dirección a la mesa en la que estaba el resto de la banda, donde también estaba julián.
- ¡licha! - gritó sorprendido el castaño. no esperaba verlo allí ya que no había respondido sus mensajes en toda la tarde.
- hola, ju - sonrió lisandro y se acercó a dejar un beso en la cabeza de su amigo, que estaba sentado junto a enzo, por supuesto.
cristian y lisandro se sumaron a la mesa, sentándose uno al lado del otro, y el resto no tardó en pedir bebidas y algo para comer mientras pasaban el rato. mientras conversaban sobre fútbol, música y otras trivialidades, lisandro sentía como la rodilla de cristian buscaba la suya, empujándolo levemente. sonreía avergonzado mientras miraba sus manos arriba de la mesa cada vez que sentía la tela del jean de cristian sobre su piel, tomando de su cerveza de vez en cuando tratando de distraerse del tacto.
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el antro - licha x cuti
Fanfictiontodos los fin de semana cristian toca la batería en una banda junto a sus compañeros de clase. lisandro es arrastrado a un antro de mala muerte, donde toca una banda de mala muerte. (ficción. nada tiene que ver con la realidad)