lisandro caminaba con los auriculares puestos, cabezeando al ritmo de la música. llevaba ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón y su mirada no se despegaba del suelo. sentía como el sol le quemaba la nuca y la transpiración empapaba su espalda, así también como sus pies dolían cada vez más.
resulta ser que, una hora antes, había tomado su bicicleta solo para descubrir que la rueda trasera estaba pinchada. su destino era la casa de erling, la cual quedaba en un barrio privado bastante lejos de su casa, así que empezó a caminar con la peor de las ondas. el calor lo estaba matando y no había nada que provoque más mal humor en lisandro que el calor de verano, que se acercaba bastante a sentirse como el mismísimo infierno.
cuando llegó a una esquina, se detuvo y alzó la mirada para ver si se acercaba algún auto ya que se encontraba en una calle bastante transitada. se encontró con un semáforo para peatones en rojo, y se quedó esperando.
unos segundos más tarde, su mirada se posó en la vereda del frente. allí había varias personas esperando para cruzar, aunque no podía distinguir ninguna de aquellas caras ya que las veía borrosas.
el semáforo le indicó que podía cruzar y comenzó su caminata, acercándose cada vez más a las personas que venían del otro lado.
entonces, entre todos esos rostros, vio a cristian. sus miradas se encontraron y lisandro trató de fingir que no lo había visto bajando la mirada al suelo.
sin embargo, pronto sintió una mano agarrarlo del brazo dándolo vuelta, por lo que se vio caminando en dirección contraria a donde debía ir. todo fue muy rápido y de un momento a otro estaba parado en la esquina nuevamente, con cristian frente a él aun tomándolo del brazo.
cuando vio los ojos de cristian buscando los suyos y cayó en cuenta de que su mano derecha estaba ejerciendo una leve fuerza en su antebrazo, sintió su mal humor disiparse. si bien cristian no parecía contento ni le sonreía como antes lo hacía cada vez que sus ojos se encontraban, sintió como su pecho se llenaba de calor y como su corazón se desesperaba, como si quisiera entregarse al contrario allí mismo, en aquel instante.
- ¿por qué no me respondes los mensajes?- la voz del morocho se veía amortiguada por la música que salía de sus auriculares, por lo que se los quitó y los colgó sobre sus hombros.
era cierto que cristian le había escrito varias veces, pero lisandro lo ignoraba. incluso faltó a su clase de cerámica aquel miércoles, en caso de que el morocho hiciera una aparición.
la verdad era que con los días descubrió estaba enojado con cristian por haber besado a aquella chica en su cara. pero también sentía que no tenía derecho de enojarse con él por dos motivos. primero, no eran nada y probablemente el sentimiento que recorría el cuerpo de lisandro cada vez que veía a cristian no era mutuo. segundo, él también había besado a alguien más frente suyo. y no era cualquier persona, sino que se trataba del bajista de su banda, su amigo.
- no sé de que me hablas - dijo el rubio encogiéndose de hombros, tratando se mostrar una indiferencia que no sentía.
- dale, lisandro - cristian parecía frustrado y, sin notarlo, bajó el agarre de su mano desde el antebrazo hacia la mano contraria.
- cristian, me tengo que ir - murmuró lisandro sintiendo el cálido tacto del morocho sobre su fría mano, causando que su frecuencia cardíaca subiera a niveles que rozaban lo peligroso.
- yo no te dejo ir hasta que me expliques lo que te pasa - insistió cristian, mirándolo a los ojos. podía palpar la incomodidad ajena y sentir miradas sobre ellos, pero no le importaba.
lisandro no le respondía y miraba al suelo, esperando a que romero simplemente se cansara de él y su silencio y lo dejara en paz.
- dejame invitarte a un café.
cristian quitó su mano de la de lisandro y, si bien la ausencia de aquella calidez lo molestó, pudo sentir como su mentón era levantado por aquella mano para poder mirarse ambos a los ojos.
- no puedo ahora, cristian.
- entonces mañana. vení a casa si querés - cristian lo miraba a los ojos con un deje de desesperación, implorando un "sí".
- bueno - asintió lisandro sin siquiera notar que las palabras habían brotado de su boca, como si por medio de un mecanismo automático la única respuesta que pudiera dar a cristian siempre sería positiva. sí, voy a ir. sí, quiero. sí, sí, sí.
- gracias - cristian lo soltó y le sonrió sin mostrar los dientes - después te escribo - dijo mientras caminaba de espaldas en dirección contraria a la que lisandro debería ir para poder así mirarlo un poco más. entonces lisandro pensó que él cambiaría de dirección con tal de caminar un rato junto a él.
se sacudió aquel pensamiento de la cabeza y retomó su recorrido, sintiendo todas las emociones existentes recorrer todo su cuerpo. volvió a ponerse los auriculares y trató con todas sus fuerzas de no mirar hacia atrás buscando aquella figura alta, de pasos largos y relajados.
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capítulo cortito de casi reconciliación
y sí, en todas mis novelas licha es recontra miope
perdón wacho no sé hace cuanto no actualizo es que me quedé corta de imaginación y encima estoy con finales y y y 😭
espero que les guste :3 y perdón de nuevo la demora
pd aguante scalo y el dibu y la hinchada argentina y messi la concha de sus madres
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el antro - licha x cuti
Fanfictiontodos los fin de semana cristian toca la batería en una banda junto a sus compañeros de clase. lisandro es arrastrado a un antro de mala muerte, donde toca una banda de mala muerte. (ficción. nada tiene que ver con la realidad)