チャプター4

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Después de todo lo que dijo, ella soltó un suspiro sintiendo su cuerpo menos pesado, se sentía bien por fin contarle a alguien lo que sucedía, sus mejillas se tornaron de un ligero color rosa cuando, a modo de ánimo, el pelirrojo revolvió su cabello.

Gracias por escucharme y... Lamento haberte evitado - él solo le respondió con una de sus amplias sonrisas diciéndole que no se preocupara, el ambiente se sentía cálido y agradable, hasta que la fémina miró hacia la puerta, su cara de terror despertó la alarma de peligro del chico quien de inmediato salto hacia atrás, viendo en la puerta a un hombre bastante alto, entre los treinta y cinco y cuarenta años, cabello negro y ojos de un color ámbar.

P-papá... Volviste pronto... - su voz nerviosa inquieto más a Hinata que recalcó en la manera en la que lo llamó, así que ese era su padre, su rostro le Sonaba de alguna parte, se lo quedó viendo detenidamente hasta que el mayor lo vio con una seriedad que lo hizo sentir escalofríos

M-mucho gusto, soy Hinata Shoyo, compañero de Keiko - extendió su mano hacia el adulto con una sonrisa forzada que reflejaba su nerviosismo pero con cierta seguridad,atrajo su brazo hacia sí de nuevo entendiendo que el hombre no correspondería su saludo, claro que había pensado en la posibilidad de encontrarse con los padres de su amiga, pero no había pensado en que sería tan pronto y mucho menos, que lo encontrarían en medio de la sala, con la chica habiendo llorado y sin siquiera haber avisado de su presencia.

De repente algo hizo clic en la mente de Hinata, ya lo había recordado, el hombre parado frente a el era una leyenda del vóleibol, un jugador de alta intensidad que dejó el deporte en la universidad por una lesión

Usted es shimura kyosuke? - lo sonrió ampliamente con emoción y un tono de voz elevado, el mayor lo miró con sorpresa y algo de desagrado, Keiko los miraba confundida a un lado de ellos,mirando al pelirrojo esperando a que le explicara que era lo que sucedía

Así que eres tu la mala influencia de mi hija,eres tu el que la lleva a perder el tiempo jugando- el hombre se cruzó de brazos para mirarlo con reproche, Hinata cambio su mirada de ilusión por una de preocupación, no sabía que debía hacer ahora,había olvidado el punto de vista de los padres de su amiga respecto al deporte,olvidó que gracias a eso el también podría causar una mala impresión

Quiero que salgas de mi casa y no vuelvas a buscarla, tiene terminantemente prohibido ese tipo de actividades - su voz gélida e inexpresiva congeló en su lugar a ambos jóvenes, la chica estaba lista para protestar pero una sola mirada de su padre fue suficiente para que entendiera que debía guardar silencio. Él quería negarse, hacer algún tipo de reclamo, pero no podía sólo irrespetarlo en su propia casa frente a su hija, no iba a desistir eso lo tenía muy claro , pero tampoco haría mal las cosas. miró por última vez a Keiko y le sonrió en señal de que todo estaría bien y con una reverencia se despidió del adulto en la sala, llegó hasta la entrada cuando escucho al mayor hablar nuevamente.

Tu también deberías pensar mejor las cosas, no deberías desperdiciar tu tiempo en un deporte para el que claramente no estas hecho muchacho-se mordió el interior de la mejilla, se resistía a ser grosero, no sólo porque fuera el padre de su amiga, no, sino porque había sido una figura de inspiración para el, que uno de sus ídolos le dijera algo como eso sin duda lo decepcionó, sabía que el hombre quizá tenía sus razones pero, no era nada justo para su compañera.

Yo... No creo que hacer algo que te hace feliz sea una pérdida de tiempo y tampoco creo que sea justo que ella deje de hacer algo que ama solo porque eso no lo llevo a ningún lado en su pasado, señor shimura - lo miraba con tenacidad y determinación, parado en el marco de la puerta, el adulto sólo lo escucho, frunciendo su ceño pero sin protestar

Soy su padre y se lo que es mejor para ella, no tienes porque meterte en asuntos privados - se acercó a la puerta para cerrar mientras el joven avanzaba hacia su bicicleta que había dejado tirada en el jardín

Si tan solo la viera por una vez en la cancha...si la viera siendo realmente feliz, Le aseguro que pensaría distinto - se inclino nuevamente y salió de la propiedad sin mirar atras, dejando al peli negro con la palabra en la boca, con una mezcla de molestia y confusión,la menor por el contrario miraba enternecida al pelirrojo irse, la manera en la que dio la cara por ella frente a su padre le pareció admirable, él hombre por otro lado se quedó pensativo, es verdad que jamás se había dado la oportunidad de ver a su hija jugar, de todas maneras no pensaba que eso marcara una diferencia en el asunto, los deportes eran una pérdida de tiempo y eso lo tenía claro, de nada servía dejarle todo tu esfuerzo y habilidad a algo que al mínimo inconveniente te daría la espalda y lo sabía bien, pues eso fue lo que le pasó a él.

El mayor se quedó solo en la sala, su hija lo había mirado con pena y había ido a su habitación sin pronunciar palabra, el se sentó en la sala sin preocuparse por las bolsas de compras en el auto, su esposa llegaría del salón de belleza en unas horas así que estaba solo, por un segundo las palabras del joven resonaron en su cabeza, se negaba a siquiera considerar su punto de vista, comenzó a recordar su juventud, cuando pasaba el día entero dejándose el alma en los entrenós, su primer partido victorioso, su primer campeonato, su equipo de universidad, sonrió al recordar los buenos momentos que pasó junto a todas las personas que conoció gracias al vóleibol pero eso no duró mucho, su rostro se ensombrecio al recordar lo que había sucedido luego de su primer año de universidad como jugador,era la estrella de su equipo, la clase de persona que solo recibía cumplidos y elogios a donde sea que iba, había sido así desde muy joven pero eso cesó al iniciar su segundo campeonato universitario cuando, en medio de un partido se chocó con uno de sus compañeros y sufrió una lección permanente en la rodilla. rápidamente pasó a segundo plano, sus compañeros y amigos simplemente perdieron el interés, se sintió traicionado cuando tan solo dos meses después del accidente su equipo ya lo había reemplazado

Se sentía inútil, abandonado, después de todo lo que había hecho, todo el esfuerzo se fue a la basura, se deprimió tanto que abandono el deporte por completo, cambió de carrera y de ciudad en cuanto pudo y decidió enterrar su pasado para enfocarse en algo que a sus ojos era más conveniente, ser abogado.

Así pasó el resto de sus años, con el tiempo pudo superarlo, se caso, tuvo una hija y ejerció su carrera, vivía bien y aunque había sido una buena elección, en su interior jamás negaría que el sueño que yacía ya muerto en su corazón, siempre le pesaría. Por ello no quería que su hija siguiera los mismos pasos, no quería que perdiera su tiempo en algo que sería efímero e inútil, quería que ella fuera exitosa y aprovechará su tiempo al máximo, no quería pensar en qué, si seguía ese camino su hija tarde o temprano acabaría sintiéndose tan mal como el en su momento se sintió, por ello, pensó en protegerla y desde una muy temprana edad la mantenía ocupada en clases privadas, música o estudios, no supo en qué momento la joven había comenzado a jugar, nunca se lo dijo, de todas maneras el tenía presente que no era el padre más atento o amoroso pero hacía su mejor esfuerzo, no quiso pensarlo más y decidió comenzar sus labores para olvidar el mal sabor de boca.

Mientras el adulto se cuestionaba hasta su existencia, Keiko permanecía encerrada en su habitación, con una mirada decidida haciendo cambios en su  horario de actividades, las palabras del pelirrojo habían sido suficientes para animarla a seguir con lo que amaba y tomó su decisión, volvería a jugar vóleibol aunque debiera hacerlo a escondidas o desafiar a su padre.

Si quiero que esto salga bien... Debo ser cuidadosa..

Hinata Shoyo X Reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora