MizuRui / RuiMizu Week 2023

Día 5: Flores

Un suspiro tras otro, observa a sus compañeros hablar... En realidad, solo ve cómo mueven sus bocas y hacen diferentes gestos mientras trata de mantener una cara que no llame su atención; odia lo tedioso que puede ser el cierre de ciclo escolar, pues es obligado a asistir a esa «última reunión» del club de jardinería, donde lo único que hacen es hablar y hablar de reportes, ideas poco llamativas para el cuidado de las jardineras, así como de los arcaicos métodos de riego.

—¿Kamishiro?

—¿Sí?

—¿Estás de acuerdo?

—Por supuesto.

—¡Perfecto! Con eso podemos dar por terminada la reunión.

«Al fin», sonríe aliviado; sin embargo, un par de chicas se le acercan y con la sonrisa más fría que su rostro puede reflejar, las mira.

—Kamishiro-senpai —tartamudea una de ellas—, estamos a tu cuidado.

—¿Disculpen?

—Aceptaste enseñarnos lo que se hace en el club con más detalle —explica la otra, tomando del brazo a su amiga para sostenerse—, además de darnos un recorrido por las jardineras.

—Oya, ¿eso dije?

—Sí, te preguntaron si estaba de acuerdo.

A pesar de su amable semblante, su rostro no puede evitar contorsionarse; las chicas sonríen, incómodas, y luego de ponerse de acuerdo para la hora de su encuentro, se retiran, dejando a un inventor, amante de lo verde, bastante molesto.

«Me sorprendieron con la guardia baja», sus pasos son cada vez más sonoros entre los pasillos, «pero no volverá a pasar», un pesado suspiro sale de sus labios mientras masajea el tabique de su nariz.

—¡Uwa! Rui, no puedes ir caminando por ahí con los ojos cerrados.

—¿Mizuki?

Por un momento se olvida de su enojo y la envuelve entre sus brazos, levantándola y llevándola hacia la azotea, ignorando por completo sus reclamos; una vez que ha llegado hasta su lugar favorito, la acorrala contra la pared y la besa. Mizuki intenta empujarlo pero, poco a poco, cede ante sus besos, que suben de intensidad hasta dejarla sin aliento.

—¿Tan molesto estabas? —sonríe, agitada— ¿Quieres contarme?

—No es nada.

—¿Nada? —ríe, aún con la adrenalina corriendo por sus venas— Casi muero asfixiada, ¿y dices que no es nada?

—Jamás te mataría —Vuelve a acercarse, peligrosamente, para susurrar contra sus labios—, solo te dejaría inconsciente —. Deposita rápidamente un beso solo para poder apreciar el hermoso sonrojo de sus mejillas.

—¡Rui!

—Lo lamento, es sólo que tendremos que posponer nuestra cita de hoy.

—Ok, sabes que no hay problema —La amplia sonrisa sigue sin borrarse de su rostro—. ¿Tienes ensayo con los chicos?

—No, tengo que ayudar a unas chicas del club de primer año.

—Fufu, ¿volvieron a sorprenderte con la guardia baja?

La abraza para ocultar el puchero de sus labios mientras Mizuki le da suaves palmadas en la espalda, intentando consolarlo, pero sin dejar de reírse.

—¿Qué te parece si nos vemos el fin de semana?

—¿Por qué? —reclama mientras se separa para mirarla y ella le saca la lengua, juguetona.

—Mañana voy a salir con Kanade y va a presentarme a unas chicas.