Dulce amor

Capítulo 011: Recuerdos

—— La cascada es lo más importante. Ahí se bate el chocolate y se mezcla para hacerlo ligero y espumoso. Por cierto, ninguna fabrica en el mundo- -fue interrumpido por Veruca-

—— Eso ya nos lo dijo. — Janeth elevó una ceja —

—— Si, pero aún así, para niños como tú la información debe ser repetida constantemente. — Le sonrió Janeth con una sonrisa fingida. Podía soportar a todos los niños, pero jamás a la hija de Megan —

—— Creo que ustedes son muy bajitos. — Wonka miró a cada niño —

—— Pues, claro, somos niños. — Violeta dijo obvia — 

—— Esa no es excusa. Yo no era así.

—— No es verdad — dijo Miguel contradiciéndole —

—— Claro que si. ¿Sabes por que? Porque recuerdo que usaba sombrero cuando era pequeño. Mira tus bracitos. Tú no podrías. — Janeth sonrió mirando el suelo recordando aquel inocente niño que amaba los dulces —

—— Y también usabas un aparato dental que te hacía ver que no matabas ni una mosca el 31 de octubre. Muy tierno diría yo. — Murmuró inaudible creyendo que solo ella se escuchó a sí misma, sin embargo, Wonka logró escucharla y dejó de sonreír de inmediato con la mirada perdida. Comenzó a recordar y sus dudas sobre ella fueron respondidas —

—— Ya lo recuerdo... — susurró —

FLASHBACK

—— ¡Estoy muy emocionado! — El pequeño Wonka le comentó a la pequeña Janeth —

—— ¿Por?

—— Hoy, gracias a ti, finalmente podré comer un dulce por primera vez. — Janeth rió y negó con la cabeza —

—— Pobre, Willy. — Sonrió la niña y ambos bajaron las escaleras y comenzaron con otros de sus amigos a buscar dulces por todo el vecindario. —

—— ¿Que tenemos aquí? Janeth, te ves magnífica. — Comentó una madre sonriente al abrir la puerta — Que lindos están todos, pero...¿Qué tenemos aquí? — el fantasma dejó ver su rostro y la mujer sonrió — Willy, ¿cómo estás? — Les entregaron los dulces y ya era hora de volver a casa —

—— Espero que puedas comerte todo esto, Willy.

—— Tu también. Nos vemos, Janeth. — Se despidió el niño fantasma sacudiendo su mano, la rubia imitó su acto y con una sonrisa se dirigió a casa —

FIN DE FLASHBACK

Al recordarla, la miró de inmediato sin disimulo alguno. Ella no estaba enterada de aquello ya que estaba ocupada hablando con el abuelo José y con los niños. No estaba enterada de que había sido recordada por su murmullo. Creyó que no había sido escuchada, pero estaba en lo incorrecto.