Capítulo 004: Mas oportunidades

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—— Veruca, ¿podrías deletrear tu nombre?

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—— Veruca, ¿podrías deletrear tu nombre?

—— V e r u c a, Veruca Sale.

—— Cuando mi Veruca me dijo que quería uno de esos boletos dorados. Comencé a comprar todos los chocolates Wonka que pudiera. Miles de barras, cientos de miles. Mi ramo es el maní y las nueces así que les dije a mis empleadas que dejaran de pelar maní y que comenzaran a abrirle las envolturas a los chocolates. Durante tres días no tuvimos suerte y fue terrible, pues mi Veruca se molestaba más cada día. Para ser honestos no me gusta ver a mi hija sufriendo por algo. Y por eso seguí buscando hasta encontrar el boleto dorado. Y finalmente lo encontré.

—— Claro, el lo encontró. — murmuró Janeth con sarcasmo mientras que cocinaba viendo la Tv a lo lejos —

—— No te preocupes, Hermana. El hizo trampa, pero no te preocupes por mi. A mi no me gusta nada de eso. — mintió Mary tratando de hacerla sentir bien, pero fue todo lo contrario ya que su hermana sabía lo mucho que ella quería ir

—— Si, no creo que sea justo. La ayudaron a encontrarlo — dijo Charlie

—— Y yo fui parte de eso...lo siento mucho, niños.
se disculpó Janeth —

—— Está bien. — se encogieron de hombros
los niños —

—— Si, Janeth. No te preocupes por eso. Su padre cree que hace bien malcriando a esa niña. En un futuro el cosechará lo que sembró.

—— Es cierto. — en eso entraron los padres de Charlie sonriendo con emoción —

—— Charlie... creemos qué tal vez quieras abrir tu obsequio ahora. Este año, gracias a Janeth serán dos obsequios.

—— Gracias, Janeth.

—— De nada, cariño. — le entregaron dos barras a Charlie — No te preocupes, Char. Ese chocolate no lo abrí. No se a abierto, se lo entregué a tu madre hace poco. Está nuevo.

—— Gracias....¿Mary? Ten.

—— No, es tu regalo. — la pequeña negó —

—— Tu también mereces una oportunidad — le entregó una —

—— Gracias, Char...

—— Yo mejor lo abriré mañana... — Charlie soltó la barra —

—— ¿Que?
—— ¿Que rayos?
—— Papá — lo regañó su hijo —

—— Mejor abrámoslo a la vez. — sugirió su amiga

—— Entre todos sumamos como unos 436 años, no nos hagas esperar. — el abuelo materno de Charlie dijo sonriendo —

—— Niños, pero no se decepcionen si no les sale. — la madre de Charlie trató de calmarlos —

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