Habían pasado varias semanas desde aquella noche en la que mis sentimientos hacia Harry habían cambiado. No sabía exactamente que sentía pero, estaba claro que no era lo mismo que antes. El castaño parece haber olvidado aquella noche y, aunque había intentado sacar el tema en numerosas ocasiones, él siguió evitándolo. Por ello, dejé de insistir e intenté olvidar todo aquello que sentía cuando mi mirada conectaba con la de mi amigo.
Nos encontrábamos los cuatro reunidos en la casa de Harry, pasando el rato e intentando matar el tiempo.
– Harry – llamé su atención. Él simplemente me miró y esperó a que hablase – ¿podría usar el baño?
– Sí, claro. Arriba, la primera puerta a la derecha.
Me levanté quitándome las manos de Niall de encima, quien se había sentado a mi lado y me había rodeado con su brazo derecho. Subí las escaleras y cuando estaba a punto de cerrar la puerta del baño, algo en la habitación del frente, llamó mi atención. Sigilosamente, me acerqué, intentando no hacer ruido. Cuando estuve dentro, pude comprobar que se trataba de la habitación de Harry. Para mi sorpresa, esta estaba desordenada en comparación con el resto de la casa. Las paredes eran de un azul eléctrico, tenía varios posters pegados y la habitación era adornada con muebles blancos y negros. Había ropa por todos lados, la cama estaba sin hacer y algunos de los muebles estaban sin cerrar. Sin embargo, había una zona del cuarto que estaba meticulosamente ordenada. Al lado del escritorio, frente a la cama, Harry tenía una biblioteca repleta de libros. Reconocía algunos, no obstante, algunos eran totalmente desconocidos. Además, también tenía una estantería con numerosos CD's y vinilos y, justo debajo de estas, un tocadiscos. Leí uno por uno los títulos y me sorprendí cuando leí "Nuevos Proyectos''. Aunque tenía muchísimas ganas de escucharlo, decidí no tocarlo pues, entendía que era privado. Seguí observando y en la esquina, un poco escondido, encontré el lienzo que había pintado para él junto a una nota con la fecha anotada. No pude evitar sonreír. Él guardaba el cuadro en su habitación, al lado de lo que asumió que era su pequeña zona segura. Observó bien el cuadro y recordó el momento exacto.
– ¿Puedo moverme ya? – preguntó Harry cansado de la postura, sin embargo, no se movió.
– No – repetí por enésima vez mientras daba pinceladas sueltas, dándole textura a su cabello. En realidad sí que podía moverse, ni siquiera me hacía falta como modelo, él simplemente asumió que tenía que ser así. Sin embargo, cuando le vi sonreír tan emocionado, no le dije nada. No me cansaría de los hoyuelos que aparecían cada vez que sonreía, de la forma en la que sus ojos se cerraban cuando lo hacía o en cómo sus paletas sobresalían, dándole un aspecto infantil. Realmente era tan bonito que por un momento quise que fuese la musa de todos mis cuadros. Compraría una libreta de girasoles y margaritas, las flores que me recordaban a Harry, solo para llenar sus hojas de pequeños trazos de cada parte de su rostro y cuerpo. De cada uno de sus detalles e imperfecciones.
Cuando finalmente le enseñé el resultado, su reacción inmediata fue una gran sonrisa sin dientes y a continuación, un abrazo largo y tranquilo, cargado de timidez y a su vez de agradecimiento.
– Siempre me estás recordando el gran artista que soy pero, Harriet, por dios, mira lo que acabas de crear – habló asombrado mientras observaba el cuadro. Sonreí como agradecimiento.
– No lo sé. Siento que no estoy llegando a nada con esta carrera. Muchos de mis amigos están triunfando mientras yo soy una pobre muerta de hambre – bromeé pero el entrecejo de Harry se arrugó y me obligó a mirarle. Parecía enfadado, sin embargo, me dedicó una pequeña sonrisa.
– No vuelvas a decir eso – habló con un tono firme, casi como si estuviese echándome la bronca, sin embargo, seguía sonriendo – ¿Eres feliz? ¿Te gusta lo que haces? – preguntó señalando el lienzo.
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Infinity↻h.s
FanficUna y otra vez el recuerdo de tu tacto recorriendo cada centímetro de mi cuerpo, atormentándome cada noche. Suaves palabras escapan de tus labios color cereza y tras unos pequeños melodiosos gemidos, lo vuelves a decir: "Eternamente, Harriet" Precio...