Te amo [ Mystic Messenger x Lectora ]

3. Cordura [ Saeran Choi ]

Relación: Amantes.
Situación: Quieres irte a la chingada del culto.

🤍 S A E R A N 🤍

Llevabas ya un largo tiempo encerrada dentro de tu habitación. Jyhyun te había prometido que traería comida para ti, una vez terminase la reunión, sin embargo, recientemente el comportamiento de todos comenzaba a inquietarte. Inclusive Rika, la chica que te había logrado replantearte si en verdad eras completamente hetero, te había puesto a la defensiva con su repentino comportamiento impulsivo. Ya no sabías exactamente en quien confiar.

—Estoy harta de esta mierda... —Sí, ya llevabas mucho tiempo jugando el rol de la invitada indefensa. Ahora mismo, harías arrodillarse al principal hombre de tu confinamiento.

Tal vez no tenias armas con las cuales defenderte, así como también era notable tu falta de entrenamiento físico, sin embargo, algo de lo que podrías estar orgullosa, era esa terquedad que te cargabas. Si ibas a morir en un culto extraño, no ibas andar encerrada como una cobarde, tampoco les harías el trabajo más sencillo. No, tú querías regresárles todo el estrés que te habían estado generando ese par de días de estancia.

A pesar de pasear por esas instalaciones con tus ojos cubiertos. Era cierto, que eras muy buena identificándote. Tu vista no era muy buena, eras una miope, por lo que, sin importar que cubrieran tus ojos, era natural que habías desarrollado una sensibilidad de orientación. Algo útil en estos instantes. No te fue complicado llegar al cuarto de Saeran, Ray, ya no sabías siquiera como llamar a un chico tan bipolar como él.

Listo, llegaste a la habitación de Saeran, ¿Cómo estabas tan segura de eso? Podías oír sus maldiciones traspasar la puerta.

Abriste la puerta y entraste sin esperar. Tampoco querías ser descubierta sin siquiera haber hecho algo antes—Saeran, estoy harta de esta chingadera. Nos vamos de aquí, toma tus cosas, tienes cinco minutos.

—¿Eh? —Dejo sus maldiciones de lado y volteó a verte—. ¿Qué mierdas haces fuera de tu habitación? ¿Sabes que pueden hacerte si se enteran? ¿Sabes lo que yo voy hacerte, imbécil?

—Si me vas a tener muriendo de hambre, mínimo déjame ser hambreada y dame unos buenos besotes —Eras una descarada. Esa era la razón, por la que arrojarte a su cama te fue una acción natural.

—. . . —Saeran gruñó con notable frustración al sentir que la cama se hundía debido a tu peso extra—. Él te iba alimentar, no me necesitas. Eres una inútil.

—Te aguanto solo porque eres sexy y por el cariño que siento por Ray —Diste media vuelta, quedando al costado de Saeran—. Deja de ser tan amargado y larguémonos de aquí.

—¿Qué te hace creer que quiero irme con una tonta como tú? —Mentiras. Lo que él más anhelaba, era dejar toda ese jodido estrés y hundirse en el amor que provocaba tu sola presencia. Tú eras su verdadera salvación.

—No te estoy preguntando, Saeran. Es una orden.

No tenías el humor necesario para seguir aguantando sus caprichos. No habías comido desde esa mañana, y tampoco habías dormido correctamente debido a todo lo que había estado sucediendo dentro de este culto al cual habías sido introducida por error.

Saeran estaba siendo más calmado de lo que esperabas. Sumiso. Eso te facilitaba la tarea de ser más dominante. Te sentaste sobre la cadera de tu amante. Lo oíste jadear tu nombre.