Te amo [ Mystic Messenger x Lectora ]

16. Seducción [ Saeran Choi ]

Relación: Conocido de tu universidad.
Situación: Quieres información de tu ex, y Saeran Choi es conocido por ser de los mejores Hackers, casi superando a Saeyoung. ¿Buena idea?

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—¿Lista para negociar, linda?

—No tan listo como tú en aceptar.

Aún no te creías lo que estabas por hacer. Ahora mismo, te encontrabas fuera del laboratorio de Informática, donde algunas personas tomaban su clase. Sin embargo, era vergonzoso saber que estabas esperando a un chico menor que tú, y no para fines considerados legales. Saeran Choi, su nombre era tendencia de forma discreta, por supuesto, eran bien conocidas sus técnicas de hacker y protección. Si conseguías tenerlo de tu lado, ni los profesores podrían realmente contra ti.

—Habla rápido, ¿qué ofreces?

—Tengo ahorros —Diste vuelta a tu mochila, sacando un brazo de una de las correas, provocando que la otra en automático se deslizara por tu brazo. Abrazaste tu mochila y diste ademán de buscar tu cartera, entre todo ese cochinero interno.

—No, yo no acepto dinero de las chicas —Levantó su mano, buscando que pararas—. Menos de aquellas que no tienen empleo.

—¿Cómo...? —Balbuceaste. Carraspeaste intentando regresar a tu fachada de seguridad—. Necesito un favor, y si no es con dinero, no sé como carajos voy a poder pagar.

—¿Tienes dinero? —Su tono de voz fue tan cortante, que si te dejó algo nerviosa.

—No mucho —Sentías que tu cara se estaba tornando rojiza. Era vergonzoso querer hacer negocios sin mucha cosa preparada. Instintivamente tu mirada se fue hacia una pared, evitando el contacto visual.

Una suave risa logró capturar tu atención, sin embargo, cuando regresaste tu mirada a Saeran, este mantenía su expresión indiferente—. ¿Qué piensas ofrecer? —Ahogaría fuertemente la palabra «Linda» que buscaba escapar de sus labios.

—Joder Saeran, ¿pues que es lo que quieres? —Cruzarías tus brazos, con un gesto de intriga y ligera defensiva, sentías que se burlaba de ti.

—«Que dejes de pensar en ese imbécil y me mires a mi» —Mordería su labio discretamente—. No suelo pensar mucho en esas cosas.

—¿Significa que harás trabajo gratuito? —Ladearías tu cabeza hacía el lado contrario, confusa por sus palabras ambiguas.