Lucky

[8]

Promesa rota

No podía creerlo, sentía que su mundo se caería a pedazos, aún con todo su esfuerzo los sucesos se habían repetido.

Los seres celestiales empezaron a aparecer.
El ángel apareció en Karmaland.
Evacuaron el pueblo.
Mangel termino muriendo.

¿Acaso de nada había servido ir al futuro? ¿O es que era imposible de cambiar? Si era así, lo que seguía era...

"Un año después de que el conflicto empezó... Tú nos traicionaste y te fuiste con ellos"

Seguía su traición pero no había ni una sola razón para que él hiciera eso, es más tenía aún más razones para quedarse al lado de sus amigos y familia, entonces sí podía evitarlo, no iba a traicionarlos.

Aún así la inquietud de la fecha de su supuesta traición y la culpa de no poder haber podido salvar a Mangel hicieron que Luzu se encontrará algo distante y a la defensiva, Quackity fue el primero en notarlo pero no sabía como ayudarlo, más cuando el castaño se culpaba de algo que nadie podría haber previsto, por lo que solo se mantuvo a su lado y trato de distraerlo con pequeñas alegrías, como las nuevas palabras que decía Lucky o sus pasitos que cada vez eran más firmes y rápidos, sentía que en poco tiempo tendría que correr detrás suyo.

-Luzu... Deberías dormir- Era la tercera vez en la noche que le decía eso.

-Ire en cinco minutos- Y era la misma respuesta que hace una hora.

El castaño había estado haciendo rutinas de vigilancia durante las noches desde la muerte de Mangel, ya que aún vivían en su casa mientras terminaban de alistar el refugio subterráneo, hacía una semana habían decidido que lo más seguro sería mudar a todos los de Karmaland ahí, solo en lo que terminaban está guerra.

-Solo recuerda que debes descansar- Murmuró el patito, mirando con algo de preocupación a Luzu para luego volver a la cama.

La noche seguía tan tranquila como siempre y Luzu era consciente que gracias a su trato con los dioses oscuros no había razón para que se preocupara porque alguien se acercará a la casa, lo sabría de inmediato, incluso había empezado a ver a las bestias oscuras y practicaba su control sobre ellas cuando tenía tiempo, sabía que necesitaría saber usarlos cuando fuera necesario; pero simplemente le era imposible dormir con la imagen de Mangel en el suelo sin vida y luego los ojos vacíos que puso Quackity ante esa escena.

Esos ojos se parecían a los que vio en el futuro, un futuro que se estaba convirtiendo en su presente y eso le aterraba.

Crash, crash, crash...

El sonido de hojas siendo pisadas llegó a los oídos del castaño y por reflejo saco su hacha, eso se había escuchado demasiado cerca de la entrada, cuando llegó pudo ver una silueta que se estaba lejando hacia el pequeño bosque que estaba entre Karmaland y su casa.