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Una promesa

Era un día normal para Luzu, se encontraba paseando por el pueblo en busca de algún objeto nuevo a la venta en el mercado o una nueva construcción, pero una vez llego al centro donde se encontraba Merlon este le hizo una señal para que él se acerc...

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Era un día normal para Luzu, se encontraba paseando por el pueblo en busca de algún objeto nuevo a la venta en el mercado o una nueva construcción, pero una vez llego al centro donde se encontraba Merlon este le hizo una señal para que él se acercará por lo que le hizo caso, una vez al lado del anciano notó que no estaba solo, pues se encontraba un aura de brillos morados con el, era un dios por lo que de inmediato se preocupo, si un dios estaba hablando con Merlon significaba que otro peligro acechaba Karmaland.

—Hola Merlon y Dios... ¿Pasá algo?— pregunto de la manera más calmada posible, él había regresado hace relativamente poco de su misión fuera del pueblo y cuando volvió se encontro todo destrozado y con la noticia de que Titi había muerto, pero lo más tragico fue ver a Quackity derrumbarse contando como no pudo salvar a su hermanito acompañado de esas heridas que dejarían marca en el menor, Luzu se culpaba un poco por eso, pues no estuvo ahí para tratar de ayudar o mínimo evitar que su querido Quacks terminara mal herido, por eso mismo cuando Merlon le contó lo que pasaba la respuesta del castaño fue casi automática.

—No, me niego a ir a otra misión fuera de Karmaland— con esas palabras se dió la vuelta y se fue, incluso ignorando las réplicas del Dios.

En el camino Luzu se desvío hasta la casa de Quackity, en la cual entro sin pedir permiso pues los dos sabían que mutuamente no les molestaba que el otro hiciera eso, algo útil ahora que Quackity necesitaba algunos cuidados por sus heridas y que le permitía al castaño aliviar un poco su culpa al prestarle esos cuidados, además de que eso había dado oportunidad a situaciones más íntimas llegando a formalizar una relación aunque aún no la hacían pública por el bien de Quacks, ya que considerando las enemistades que había y su estado en este momento solo darían una oportunidad de atacarlo.

—¿Lusu, que haces aquí?— Pregunto algo sorprendió el chico alado que acababa de ser interrumpido en un torpe intento de vendar su ala, Luzu suspiro y una pequeña sonrisa se formó en su rostro, antes de acercarse y ayudarle siendo extremadamente cuidadoso, aún cuando Quacks nunca había usado sus alas para volar ya que le era complicado y solo planeaba o usaba de impulso con la ayuda del tridente, el castaño intentaba que se curarán por completo ya que aún si Quacks no lo dijera, sabía que le daría un fuerte golpe a su autoestima si es que no podía volver a utilizarlas.

—Quería verte, mi precioso novio— respondió Luzu de manera juguetona a la vez que dejaba un suave beso en el cuello del contrario, puede que ese gesto fuera suficiente para empezar un lindo momento pero Quackity conocía bien a Luzu notó de inmediato que algo estaba molestándolo, aún así no toco el tema pues si el castaño venía a él era porque buscaba despejarse de ese pensamiento.

Pasaron la tarde juntos, Luzu hizo un pastel porque había conseguido los ingredientes especialmente para poder compartirlo con Quacks y charlaron un poco del futuro, más que nada para animar al menor pues desde que pasó lo de Titi no veía más allá, sino fuera por Luzu estaría hundiéndose en el mar de emociones negativas que suprimió.

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